miércoles, 16 de septiembre de 2009

MANUEL MARTÍNEZ PIÑEIRO

IMPRESIONES DE VIAJE

Con larga intrepidez no interrumpida,
Rompiendo en su camino el oleaje,
Iba rauda la nave: era ese viaje
El tormento más hondo de mi vida.

Y miraba las ondas, en sentida
Admiración mi ser, como el cordaje
De una lira muy amplia, con encaje
Y seda azul y de oropel vestida.

Al volver de mi viaje, ya la luna
Ponía sus fulgores de diamante
Sobre el limpio cristal de mi laguna…

Quedaron al partir muchos dolores,
Que se avivaron en la novia amante
Cuando se despidieron tus amores.

MANUEL MARTÍNEZ PIÑEIRO
Nació en Maracaibo en 1879, murió en Maracaibo en 1931
Escrito (poeta), trabajó en los tribunales, ganaba tiempo para la poesía. Espíritu activo, cordial, conversador. Su labor poética quedo dispersa en periódicos y revistas. No publicó ningún libro.

JUAN TINOCO

EL COQUIVACOA

Las albas primordiales laminaron las lijas
De sus iguanodontes. Con las ovas bravíos
Acudían –oblicuas las pupilas transfijas-
En almadías bifrontes los remotos daimíos.

Cuando a la mar se encara, las avaras clavijas
Del Tablazo y la Barra dan sordina a sus bríos.
Y esquivo al tabardillo que castiga sus guijas,
El cocal se abanica milenarios hastíos.

El Leviatán la viola viola hoy de sus aguas,
Ayer, si la teñían las quillas insumisa,
-OH azul naviculario- de las blancas piraguas,

En la escala fingían fantasmal de las brisas:
Sus yaravíes, Mara; Fray Juan, su seguidilla;
Morales, su ancho treno; su ancho trueno Padilla.

FOLÍAS

COLÓN

Partió de la Santa María.
Compartió con Vasco la esfera.
Fue a América, y no lo sabía.
Cual no sabemos todavía
De dónde el Almirante era.

BOLÍVAR

Sin par, jinete o caballero.
Dama o caballo, da lo mismo.
Sin par el genial desafuero,
Del Ávila al Desaguadero,
En el amor y el heroísmo

JUAN TINOCO. Nació en Maracaibo en 1877, murió en Maracaibo en 1968. Doctor en Medicina (LUZ), Diplomático, y escritor (poeta, orador, prosista) irónico, utilizó el lenguaje de extraña singularidad que nos pudiera parecer rebuscado en extremo aunque enmarcado dentro del método clásico, y de filiación modernista, publicó varios libros: Álbum Viajero, La Sombra del Centauro, Caminos Sobrehumanos, obras en Prosas y Verso, Cantata de los Subdesarrollados, Folias y otros.

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CARLOS ALBERTO JUGO

MILAGRO DE AMOR. Fraternalmente
A la seguidora del blogs UMBRELLA.

Bajo el arco sutil de tu pestaña
Ardió mi frágil corazón de niño,
Y a mi ideal romántico de armiño
Te mostraste colérica y huraña…

Mas hoy que escucha la expresión extraña
Que traduce mi diáfano cariño,
Algo vibra a la par bajo el corpiño,
Y en sonrisa de amor truecas tu saña.

Y es el milagro, porque ya no esquivas
A mis versos en flor la primavera;
Mas si por celos tu rencor avivas:

Como la tigre infiel, ardes en furias,
Te enmarañas la blonda cabellera
Y con hostil felinidad me injurias.

CARLOS ALBERTO JUGO. Nació en Maracaibo en 1889, murió en Caracas en 1960.Escritor (poeta). Laureado en varias ocasiones. En el país y en exterior. Gano dos Flores Naturales en poesía lírica, en los juegos Florales celebrados en Bogota en 1920, y en Caracas. No se publicó ningún libro de él. Sus poemas andas dispersos en la prensa nacional y extrajera.

viernes, 28 de agosto de 2009

ALBERTO J. GONZÁLEZ V

AMOR DE PATRIA
(fragmentos)
En la hermosa niñez, cuando alborea
La luz de la razón. Ya se levanta
De la patria gentil la augusta idea
Y de esa adoración muy noble y santa
La fulgurosa aurora centellea.
El infante la ve surgir radiosa
En la tierna caricia, en la mirada
De la madre feliz y cariñosa
Que al guárdale en su seno apasionada,
Pronuncia reverente
El nombre de su patria idolatrada,
Y besa tiernamente
La seda de su frente inmaculada.

Para ti Venezuela, pátria amada,
Cuna de mis mayores y lamía,
Para ti son mis íntimos cantares
Rimados al amor de tus palmares
Y de mi lago azul con la armonía,
Como ofrenda del alma apasionada,
Como grato recuerdo de aquel día
En que ofreciste altiva y soberana
El amor de tu pecho y tu energía
A la gran epopeya sobrehumana
Que nos dio libertad, honor y nombre,
Donde fueron tus hijos los primeros
En alcanzar histórico renombre
Al llevar fervorosos y leales,
Altivo y triunfantes sus aceros
En medio de proezas inmortales.

ALBERTO J. GONZÁLEZ V.
Nació en Maracaibo en 1895 y murió en la misma ciudad en 1965.
Fue periodista y escritor (poeta). Periodista del diario Panorama desde 1936 como correcto y redactor, columnista y un gran reportero. Siempre sencillo, humilde, pero con vocación innata y afán de trabajo sobresaliente
Situación esta que lo llevó a obtener varios reconocimiento regionales y nacionales. Pero en su alma vibraba la poesía. De su libro de versos”Vibraciones”es este fragmento.





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jueves, 27 de agosto de 2009

JORGE LUIS MENA

VARIACIONES EN LA AUSENCIA Y EL RECUERDO.

Yo no sé cuántos días cuántas noches más habré de pasar
Entre papeles no sé cuántas veces más se prolongará esto de
Mal comer mal dormir mal vivir No sé en verdad si esto que soy
Puede llamarse ya un cuerpo que sueña un alguien que espera un
Ser que se cobija en la esperanza No adivino en verdad siquiera
El triste paso de las horas ni el lento gotear de la lluvia en
El recuerdo de mi alma –si alguna vez tuve un alma

Mis días son la ausencia de mi realidad el vacío y el asombro
De no morir de una vez
Desolado
Perdido finalmente en esta vasta soledad cuándo te veré de nuevo
No lo sé
Si es que de verte otra vez
Lo ignoro

Pero a pesar de todo cómo te recuerdo
Cómo eres la sombra que ahora me cubre me envuelve mi vida
Cómo eres el delirio mi diaria obsesión como eres también la
Luz cómo eres la sombra
Cuánto de mí no daría por tenerte
Cuánto de mí no estaría cantando e inventando o reinventando
El mundo un nuevo lenguaje para el amor una nueva sintaxis de
Los cuerpos un espejo donde te miraría toda y vería mi amor
Transfigurado un gran pozo especular una cuerda para anudar
Nuestra pasión un gran incendio una hoguera
Cuánto de mí no brillaría entonces en esta sombra en esta maldita
Niebla que ahora soy.

JORGE LUIS MENA.
Nació en Maracaibo en 1951. Egresado de la Escuela de Letra de la Universidad del Zulia, donde se ha desempeñado como profesor de la cátedra de Teoría Literaria. Desde temprano ha estado vinculado al periodismo de opinión y en el área literaria y cultural. Fue miembro fundador del grupo literario La Secta del Fénix. Asimismo,
Fundador y coordinador de los talleres literarios de la Secretaría de Cultura del Estado Zulia. En 1998 la gobernación del Zulia le distinguió con el Premio Regional de Literatura” Dr. Jesús Enrique Lossada”.

lunes, 10 de agosto de 2009

HEBERTO ALEXANDER RINCÓN QUINTERO

NOSTALGIA

Qué nostalgia puede haber
Si siempre te llevo conmigo…

Tú eres mi morada,
El papel al que le imprimo las palabras,
Mi musa, mi cielo, mi hada,
La pastilla que calma el dolor de mi alma,
El amanecer del gallo que canta,
Mí tormenta cuando todo está en calma,
El aroma del café en una hermosa mañana,
La ternura del bebé que descansa,
Mi libro preferido del cual releo sus páginas,
La intuición de mi corazonada,
El presente de mí esperanza,
La rosa en botón cuando se abre al alba,
Mi todo cuando algo me falta.
Porque tu recuerdo está vivo
Atesorado en mi corazón…

Cómo explicar que pensar en ti, no es nostalgia.
Que hermosa, es la palabra que apellida tu nombre,
Y tu piel bronceada, la investidura de mi cuerpo de hombre,
Que santa, es tu mirada cuando se posa en mí ser,
Y seda es tu cabello cuando enredo mis dedos en él ,
Que lindo, son tus labios que calman mi sed,
Y capullo, es tu vientre santo que dará fruto del querer.

Nostalgia es algo que se extraña, yo te llevo conmigo
Donde quiera que vayas.


SOY PECADOR

He venido a confesar mis pecados.

He pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión
Y he pecado de palabra, rima y oración.

He blafemado por amor
Y he dicho verdades a la Soledad en su cara.

He sido infiel por escribirle a la vida
Y acostarme con la muerte.

He matado sentimientos impuros
A fuerza de grafías mal olientes.

He pecado por sentir amor cuando escribo versos

Y he robado a la luna, al sol, al mar, al viento
y lo he repartido entre mis pobres líneas agonizantes
Y sedientas sin ningún remordimiento

He tenido la desfachatez de llamarme poeta
Y seguir escribiendo así nada más.

He sido culpable de drogarme con delirio
Y ver ninfas, musas, de inyectarme tinta en mi piel de escritor.

He pecado por desnudar mi alma en público en cada letra escrita

He vagado por el cielo infinito.
He ido al infierno a llorar mis lamentos
Para luego plasmarlo en el hilar de letras.

He destruido la inspiración misma...la métrica y la lírica
he sido asonante, disonante, imprudente con mi estrofa

Soy confeso y culpable de grandes actos pecaminosos.
Por mi amada poesía

ME HE DADO A LA TAREA DE OLVIDARTE
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Dame una excusa para no pensarte,
para no tenerte, para no abrazarte

Dame un pretexto para que mi corazón te vea con dolor de olvido
y no con pasión de estar contigo

Dime algo, lo que sea para que mi mirada no te vea,
no te sienta, no te quiera

Dame la justificación perfecta para olvidarte,
para vaciar mis venas y desangrarme de tristeza,
desterrarte en mis penas de botellas vacías

Dime algo que mi cuerpo no lo sienta como amor,
que mi cuerpo no lo quiera, no lo guarde

Dame algo para confinarte en la nada de mis pensamientos,
Ignorarte, que no me importe ni ver tu sombra al lado de la mía,
Que tu aroma se pierda en el aire y se purifique mi vida

Dime mentiras que me sepan a verdades
Dime que tu amor es de otro y no mío
Hazlo sin vacilar para que yo no te pueda amar

Me he dado la tarea de olvidarte,
de no pensarte, de no sentirte

Pero llegas y me abrazas, me besas,
me amas…

y ya veo que es algo definitivamente imposible




HEBERTO ALEXANDER RINCÓN QUINTERO:
Nació en Maracaibo en 1970. Comunicador social mención audiovisual egresado de la Universidad del Zulia en 1999.Usa el seudónimo :
H. Alexander.
Padece una enfermedad congénita visual (retinosis pigmentaria) situación que no le permite ejercer su profesión a plenitud... Y es la poesía la que manifiesta sus sentimiento y sus palabras son el espejo de sus emociones..

jueves, 9 de julio de 2009

ELIEZER ROSILLÓN LUGO

MI PERRO

Mi pero es un castaño mastín de raza inglesa
Que en mi vida mustiada cifraba una promesa
De efecto perdurable, lealtad y adhesión;
Era un perro bohemio, convencido y patriarca,
Que tal vez en Armenia se escapara del Arca
Y enrumbara sus pasos hacia mi corazón.

Aquel perro, señores, me quería ¡Y no poco!
Como yo, parecía un sonámbulo un loco
Que en las noches gritaba su desesperación.
Parece que siguiéramos ambos un paralelo:
Los dos ladrando siempre, ladrando siempre al Cielo,
Reclamando justicia o implorando perdón…

Era guapo mi perro…Su elegante figura
Recortada en el fondo de su lámina oscura
A las flappers sonrientes causaba admiración
Y más de una vez pude percibir el murmullo
De una voz que dijera con acento de arrullo:
-Ese, chica, es el perro de Eliezer Rosillón…

A fuerzas, quién hubiera podido darlo en reto,
A fuerzas, no a fiereza que más sano y discreto
No creo se consiga fácil otro mastín…
El hubiera deseado poder dar la mano
A quién a mí viniera para decirme: - Hermano,
¿Cómo están por tu casa?...vamos al botiquín…

Mas, - la eterna leyenda – como el perro era bueno
Y, auque altivo y rebelde, filósofo y sereno,
A espalda mía mano traidora lo arrojó;
Y, cuando yo, de nuevo vencido por la suerte
No vi en el patio al perro, sentí un frío de muerte
Que por siempre en mi alma se perpetuó.

¿Dónde el mastín iría con su hartura de angustia
Buscando mis caricias con su mirada mustia
En probable cosecha de oneroso desden?
¡Oh, yo pienso, aterrado, que un día no lejano,
A mí propio esa misma rapaz e innoble mano
A impulso de sus odios me arrojará también…

ELIEZER ROSILLÓN LUGO.
Nació en Maracaibo en fecha aún no conocida y murió en la misma ciudad en 1934. Fue escritor (poeta), perteneció a los epígonos del grupo Seremos, Escribió en la publicación "Orión" y mantuvo una tertulia literaria en la plaza Urdaneta. Fue creador de un verso sencillo y lleno de melancolía.

JESÚS BRÍÑEZ RODRÍGUEZ

INDO – ESPAÑOL

Yo soy de aquella raza indómita y salvaje
Sin leyes dominantes, sin otro Dios que el Sol.
Pero también advierto que afluye en mi arteriaje
La roja hemoglobina del árabe español.

De América es mi carne; mas hubo en mi linaje
La fuerza de dos savias en un solo crisol;
Tal vez por eso amo la capa y el tatuaje,
La espada toledana y el limpio caracol.

Cuando alguien me pregunta por mis antepasados,
Surge ante mí un desfile de Reyes ataviados
Y el molde de un cacique bronceado por el sol.

Y sólo decir puedo: es dúplice mi origen;
O soy de España un noble con alma de aborigen,
O un aborigen noble con alma de español.

JESÚS BRÍÑEZ RODRÍGUEZ.

Nació en Maracaibo y murió en la misma ciudad aproximadamente en 1936. Zapatero y escritor. Poeta popular, hijo del repentista Antonio Bríñez, escribió numerosos poemas que han quedado dispersos en periódicos y revistas de la época post- seremista (grupo Seremos), sobre todo en los órganos informativo Orión y Simiente. Rebelde y de verbo encendido, fue laureado en Buenos Aires por su soneto
“Indo – Español”.

SERGIO REYES MEDINA

A SOLAS CON MI CORAZÓN

No ha de volver…En vano es que la esperes
Con obstinado afán, corazón mío…
Cesa de tan inútil desvarío,
Ya que es imposible lo que quieres.

¿Para qué ha de volver? Si ya te mueres,
¿Para qué ha de volver? Si estás vacío,
Entristecido, atormentado y frío,
Al recuerdo feliz de tus ayeres.

No ha de volver…En vano es que la aguarde.
Una voz interior nos grita: “es tarde
Para soñar en los pasados días”…

Hoy apenas nos queda del pasado:
Tu angustioso latir precipitado
Y el gris borrón de las tristezas mías.

SERGIO REYES MEDINA.
Poeta lírico zuliano de la primera mitad del XX, que dirigió con Humberto Campos Brices la revista de ciencias, letras y arte “Baralt”, en su etapa estudiantil, durante los años treinta. Su obra poética quedó dispersa en periódicos y revistas de la época. Murió adolescente, lo devoró la Tisis antes de 1945. Bien supo empapar sus versos con el filtro del dolor hasta su muerte.

GUILLERMO PARRA CHIRINOS

Fragmentos

CANTO A LA REINA DEL
CARNAVAL DE MARACAIBO
Premio único del certamen 1954

Alzo por ti, mi copa de irisados cristales,
Para ofrendarte, oh Reina de manos virginales

El vino de mis viñas, escarlata y ardiente,
Y el aroma de sándalo de este himno ferviente;

El oro de las tardes y la roja alegría,
De las ferias gitanas allá en Andalucía;

El manto de brocado que, en regios carnavales,
Lucieron, en Venecia, las princesas ducales,

Que cruzaban en góndola los dormidos canales,
Donde espejan sus cúpulas las viejas Catedrales,

Y el antifaz bordado, de rojo terciopelo,
Que realce la gracia de frente y tu pelo.

Yo vengo de muy lejos, a darte en mis cantares,
La miel que dan, en verso los rubios colmenares

Soy un juglar, Señora, que cruzó mil caminos
Con los odres henchidos de timiamas y vinos,

En busca de aventuras y de cárdenas flores,
Para saciar mi alma de penas y de amores.

Busqué la estrella errante de las rutas marinas,
Para enjoyar con ella tus manos marfilinas;

Pero no la encontraba, por que este siglo impío,
Perdió la fe, Señora, y mi tosco navío,

Cruzó entre nubes densas las tardes tempestuosas,
Sin celaje de grana, que son como las rosas,

Con que viste el ocaso de gloria el firmamento
El mar es azaroso, pensé por un momento,

Y abandoné los mares y seguí los caminos,
Con odres henchidos de timiamas y vinos.

Pero los arenales ardían como soles,
Sin camellos ni oasis de verdes quitasoles

Donde acampar mis éxodos de gitano andariego,
Como aquel impaciente, luminoso manchego,

Que nos pintó Cervantes con prosa de cristal,
En las páginas áureas de su libro inmortal.

Y quise abrir mis tiendas al margen del sendero,
Pero las hizo trizas el Simún altanero.

Más aprendí muy pronto que la dicha y la calma,
Están en veneros recónditos del alma…

Hoy por eso, retorno, Sultanas de mis lares,
Con la alforjas llenas de perlas y cantares,

Estrofas en que puse la miel de mis azares,
Como ponen en sus cuitas, en la perla, los mares.

Recibí estos versos, de gitano hechicero,
Que son los amuletos con que ofrendarte quiero…

Son mis flores oh Reina de mágicas virtudes,
Cortadas bajo el cielo de aquellas latitudes.

Soy juglar de esta tierra soñadora y bravía,
Que en versos y canciones enantes florecía.

Mas ya se fueron todos los troveros, Señora;
Sólo queda la rima del Lago que los llora;

Se fue Idelfonso Vázquez, de versos diamantinos,
Con aljaba de dardos y el cofre de sus trinos;

Se fue Marcial Hernández, de cincelada prosa,
Con el hechizo mágico de su voz ardorosa;

Y también Sánchez Rubio, de recio bardo indiano,
De quemantes estrofas como un sol meridiano,

Se fue Dimas Ramírez, de dulces madrigales,
Con su enjambre de abejas, de alondras y quetzales;

Y se apagó aquel astro de dáctilos radiantes,
Que se llamó Udón Pérez, segador de diamantes,

Y se nos fue Lossada, de dulce labios buenos,
Con ciencias profusa que impregna sus trenos.

Oh tierra de poetas, que al progreso te inmolas,
Con tu Lago y tus astros que hoy platican a solas.

Que hoy platican a solas en las noches discretas,
Sin que escuchen sus diálogos como ayer, tus poetas.

Por eso de muy lejos para ofrendarte vine.
Con flores y cantares, permíteme que trine,

Permíteme que deshoje, sobre tus manos reales,
Las rosas de mis versos sencillos y liliales.

Son flores cultivadas en jardines lejanos,
Que serán menos bellas al estar en tus manos;

Jazmines de Tokio de exquisita fragancia
Que llevaron los galos a los huertos de Francia;

Mas tú eres la Reina de la loca alegría,
Pon ella tu risa, que es luz y es poesía

GUILLERMO PARRA CHIRINOS. Nació en Maracaibo en 1917.
Doctor en Ciencias Políticas y Sociales, abogado, profesor Universitario, parlamentario, escritor, etc., además de haber escrito obras que quedaron dispersas en la prensa regional: Como Aquella Primavera (cuento), Hombres y Letras del Zulia de Ayer, El Contrato del Trabajo, etc.En 1941 gano el primer premio del certamen de versos del Círculo Artístico del Zulia. Premio Único en el certamen Flores a la Reina en 1954. Fue Vicepresidente fundador del Círculo Zuliano de Escritores.

martes, 7 de julio de 2009

JOSÉ SANTOS MORÁN

URDANETA

Sobre la sacra cima del pedestal vetusto
Se yergue como un cóndor soberbio y altanero;
La mano sobre el pomo del rutilante acero
Y en el semblante el rasgo de la virtud del justo

Templó la servidumbre con alma y ceño adusto,
Y fue brújula inmácula de limpio derrotero;
Y ante la furia bélica del valeroso ibero
Jamás tembló de espanto su corazón robusto.

Ungido por Minerva, mimado de Belona,
Vio rodar a sus plantas el centro y la corona
Y rota la cadena de negra iniquidad.

¡Y así, vaciada en bronce su heráldica figura,
Está el soberbio Cóndor sobre la basa dura
Como un ejemplo vivo de Gloria y Libertad.

JOSÉ SANTOS MORÁ
Nació en Maracaibo en 1907, y murió en Maracaibo en 1945.
Fue periodista y escrito (poeta). Autor del Canto a San Martín, premiado en el certamen de los Juegos Florales en Buenos Aires, en 1934, igualmente con El Canto a la Paz en 1937.
Fue uno de los fundadores de la sección de Literatura del Circulo Artístico del Zulia.

lunes, 6 de julio de 2009

ALBERTO J GONZÁLEZ

Abre el sol la puerta de su estancia:
Hay fragancia
En el polen intáctil de las flores,
Las montañas se visten de fulgores
Y los prados se colman de belleza.
Rima el trabajo su feraz poema;
Hay en la yema
La gestación del tallo y de la rama,
Del rico germen la creadora llama
Crepita en las entrañas de la tierra.
El copo de algodón es nívea tela
Que cual estela
Del progreso avanza por el mundo,
Envuelve el virginal vientre fecundo
De la novia que es ámbar de la vida.
Los niños se congregan en aulas y planteles
Ante los anaqueles
De los textos de ciencia, de los tomos de historia,
Y el secreto divino se graba en la memoria
Con el cincel brillante del verbo del maestro.
Todo vibra en la tierra, todo late,
Y sirve de acicate
A los seres que usan de la ciencia
Para enrumbar del hombre la existencia
Atando vicios y segundo males.

II

Mas una voz de mando surge airada
Y es llamarada
Que calcina los hombres y las cosas,
Envueltos en las nubes tenebrosas
Que surgen del estruendo de la guerra.
Ya no vibra el poema del Trabajo,
Marcha a destajos
El arma fractisida y destructora
Y se escucha doquiera aterradora
La ruda carcajada de la muerte.
Ruedan tronos, monarcas y coronas;
Todas las zonas
Donde antes reinaba la bonanza,
Se convierten en campos de matanzas,
De hambre, desolación dolor y ruina.
La ciencia, el arte, la niñez, la vida
Sufren la herida
Del fuego de terribles bombarderos
Y avanza asolador por el sendero
El jinete infernal de la barbarie.
El mundo es un juguete de sórdidas pasiones,
Los cañones
Son los árbitros de todos los reclamos
De los pueblos en ruinas. Son los amos
De la vida y haciendas de los hombres.

ALBERTO J GONZÁLEZ. Nació en Maracaibo en 1895. Murió en Maracaibo en 1965. Llegó a bachiller, su pobreza y ser huérfano, no le permitió seguir estudiando, durante sus estudios fundó un Seminario
“ Principios”, luego una revista, y en 1924 fundó el seminario El Venezolano, en 1936 entró en la redacción del diario Panorama en sección Cartera del Cronista que fuera más tarde sucesos.
Su columna Nivel (en Panorama), le ocupó largos años de su vida. Abordo temas de fondo históricos en sus valiosos y extensos reportajes. Obtuvo varios reconocimientos, como los premios de Periodismo Municipal Eduardo López Rivas, nacional Juan Vicente González, así como la orden Francisco de Miranda. Sus poesías fueron recogidas en su libro Vibraciones.

ARMANDO SIMONS PLUMACHER

CANTO A VENEZUELA
(Fragmentos)

¡Oh inquietud de la vida que acrecienta el anhelo
De la emoción!...¡ Oh, Patria ya vuela mi cantar
Desde el Coquibacoa, que es espejo del cielo,
Hasta el recio Orinoco que es la vena del mar!

En ti palpita el beso del mar de las Antillas;
Por el sur el Brasil te da su cántico;
Colombia te adormece con voz de maravillas
Y te envía un saludo por el este el Atlántico,

……………………..

Maracaibo es la luz que en su camino
Nimba sus sueños de esplendor. Y el cielo
Junta su azul vibrante con el azul del trino
Perdido entre su fronda que es el pudor del suelo

Sus mujeres que llevan la turgencia española
Y el esplendor indiano sobre sus inquietudes,
Dominan en el seno la magia de la ola
Y en el alma el encanto de las sietes virtudes.

El ensueño es el astro que figura en su meta
Y su vientre es el vientre puro del ideal,
Que ofrece a las batallas la espada de Urdaneta
Y brinda en los bufetes la espuma de Baralt.

ARMANDO SIMONS PLUMACHER.
Nació en Maracaibo en 1903, y murió en Maracaibo en 1932
Fue: Poeta, prosista y periodista. Estuvo ligado a los grupos, Seremos y Vertical, fue colaborador de las revistas y periódicos: Índice, El País, Excelsior y Maracaibo Gráfico. Fue laureado dentro y fuera del país, sus obras celebradas; “Pastiches Criollos”, con tinte de ironía, y sus poemas, Canto a Venezuela y El de Dietario Sentimental
Fueron muy alabados.

ARMANDO TROCONIS MONTIEL

MUERTE

Ha muerto un hombre y quiere que yo vaya
Con él al cementerio.
Cuando murió la fe, luz de mi alma,
Nadie asistió al entierro.

Dejan, los que abandonan esta vida.
Su huella en el panteón
Y en su tumba, hecha altar, manos amigas
Colocan una flor.

Yo he muerto. Hace ya tiempo; a mi sepulcro
Nadie viene a llorar,
Y es por que nadie sabe que mi tumba
Dentro de mi pecho está.

ARMANDO TROCONIS MONTIEL
Nació en Maracaibo, en 1867, y murió en Maracaibo en 1896. Fue: periodista y poeta. Usó los seudónimos de Jig y A. T. Romántico, de la escuela Yepes y Vázquez. Fue un hombre enfermizo y débil, poeta sensible que estuvo inmerso en una actitud de hastío y tedio. Escribió un monólogo en versos titulada Romántica, fue incluido en su obra póstuma Prosa y Verso.

lunes, 15 de junio de 2009

JOSÉ DE JESÚS VILLASMIL

REPATRIACION
(fragmento)

Dentro el Lago ya surgimos
Por el tortuoso Tablazo,
Robusto y nervudo brazo
Que al Lago le atiende el mar.

Atrás nos queda San Carlos
Por el pescadero oculto.
Las Toas brumoso bulto,
Se destaca singular.

Como un cintillo de ópalos
Que borda copa de plata,
De ambos lados se dilata
La costa en límpido azul.

Punta de Palma parece
Con su verdina guirnalda
Festón de pura esmeralda
En un vestido de tul.

Del Moján a Santa Rosa
Los palmares ondulantes
Dejan espacios vacantes
Que destellan cual volcán.

Y el Monte de San Andrés
Al envés descuella ufano,
Dominando todo el llano
En son de altivo titán.

¡Que paisaje tan variado,
Tan bello, tan fascinante,
Inspirando a cada instante
Nueva y dulce sensación!.

Mientras la nao en su vuelo
Las distancias aproxima,
El aire natal nos mima
La frente y el corazón.

Allá blanquea Altagracia,
Limpio nidos de torcaces,
De recreo y de solaces,
Plaza de cita pascual.

Noble villa y señorío
De marciales tradiciones
Que sustentan los pendones
De nuestra banda oriental.

Aquí está Capitán Chico,
De pobres indios guaridas,
Tras él, como suspendida,
Se ve la torre matriz.

Que de la regia corona
Que Maracaibo sustenta
Gracioso blasón se ostenta,
Irguiendo la cerviz.

El islote de los mártires
En verdinegra diadema
Parece que lleva el lema
De tristeza y aflicción.

Asilo de los recluidos
Por contagiosa dolencia,
Acusa con su existencia,
Sin culpa, dura expiación.

Muy distinta es la fortuna
De la Hoyada y los Haticos,
Adonde erigen los ricos
Sus estancias de placer.

Expansión de Maracaibo,
Se extiende como dos alas,
Vistosa de ricas galas,
Pensiles que es grato ver.

JOSÉ DE JESÚS VILLASMIL. Nació en Maracaibo, en 1812, y murió en Maracaibo en 1877. Poeta neoclásico, exiliado en Cuba por la revolución de1848, Peleó en la guerra de los cinco años y fue ascendido a General. Sus escritos están dispersos en periódicos y revistas de la época, muchos firmados con el seudónimo de Fido.

VICTOR R. AÑEZ CASAS

A MARACAIBO
( fragmento)

A la sombra feliz de coco esbelto
En su tronco, la frente reclinada,
El alma de placer enajenada,
Me divierto pulsando mi laúd.

Como quisiera entonces cual Tistiro
Saborear la exquisita miel hiblea,
Cantando, no a la fácil Galatea,
Si no a Amarilis de sin par virtud.

Extasiado contemplo el terso lago
Con sus bellas goletas y piraguas,
Meciéndose en sus dulces limpias aguas
Al soplo del ambiente matinal.
Las gaviotas y garzas que fluctúan
Sobre el brillante espejo de su linfa,
Parece comitiva de la Ninfa
Que impera en su palacio de cristal.
El hábil pescador en sus orillas
Sacude sus chinchorros remojados,
Extrayendo los peces que enredados
En el lance cayeron de tropel.

De vez en cuando silva y se interrumpe
Para entonar graciosas barcarolas
Que son las voces de sus raudas olas
Superan las canciones del rabel.
(…)

Tal vez prendado el bullicioso Lago
De la galana Reina de Occidente,
Osa besar su planta reverente,
Murmurando de angustia o de dolor.

Pues - ¿qué dicen las ráfagas de espuma
Que a la veces arroja sus riberas?...
Lágrimas son de duelo asaz sinceras.
O el candoroso llanto del amor.

Nueva Zamora la llamó el hispano
Como un recuerdo de la patria amada,
Pero la indiana lira entusiasmada
Mara la bella la clamó también.

VICTOR R. AÑEZ CASAS. Nació en Maracaibo en 1804, y murió en Maracaibo 1880. Sacerdote, escritor (poeta, orador), pintor, músico (violinista), su poesía quedó dispersa y de la cual sólo se conoce : El Beso de Judas, La Oración del Huerto, Mi Credo, Zuliana, A Maracaibo, rescatadas por El Zulia Literario y El Primer Libro Venezolano de Literatura, Ciencias y Bellas Artes.

En este poema ¨ A Maracaibo, ¨se exalta hasta la idealización al paisaje lacustre, a través de imágenes que mezclan el neoclasicismo y el romanticismo para lograr una atmósfera entre fría y bucólica.

BERTHY RIOS

EL ROSTRO DE LAS PIEDRAS

Cuando el hambre de las piedras
Se volvió contra el camino,
Los relojes de arena marcaron la hora
De preguntar al viento por la dirección del sol.

El viento pasaba vestido de silencio,
Y nada hacia presentir al hombre
Que más allá del umbral de los ojos,
Donde queda el límite de su conciencia cósmica,
Una ronda de colores espectrales
Le indicaría la dirección del sol.

La selva refulgía
Como piel de las serpientes;
Como el corazón agresivo de las enredaderas;
Como la turquesa que irradia en el fondo de la noche.


Centelleaba el rojo del ocaso
Como el rayo que se hunde en el cuerpo de la tierra;
Ante el blanco vellón de los corderos;
Como la cólera que estremece la espuma de las fieras
Frente al mar de los cráteres soberbios.

Un negro del abismo,
Palpita como la eléctrica piel de las panteras;
Como el grito profundo de los siglos
Donde duerme las cenizas de todas las catástrofes;
Como las piedras prisioneras
Que no conocen la ciudad del sol…

El amarillo de la tierra,
Que se hincha como la ubre de las aguas
Cuando no pueden seguir la fuga de los vientos;
Como el veneno que fluye en la lengua de las víboras;
Como los dientes del hambre
Que muerde el estiércol de las civilizaciones.

Un relámpago de angustia
Paraliza al hombre al borde de sus manos.
La piel trasparenta los nervios torturados;
Y los labios, cándidos de espumas,
Se traga las hogueras,
Como si fuera una herida
Por donde entrara un torrente de impotencia.

La llama que vuela por el fondo de los ojos,
Se hace fiebre de muerte y de tragedia,
Y rompe la piel madura de las manos
Que tiemblan en el aire
Con el vértigo tormentoso del horror.

El hombre vacila hasta los pliegues de sus nervios,
Y algo se hunde en sus entrañas
Como el frío de un puñal
Que se nutriera en la sangre sin patria de todas las hormigas.

Allí la visión blanca,
La suprema, la angustia, la triunfante visión blanca,
Tan pura como las aguas virginales
Que huyen del corazón de los oasis;
Tan suave como el sueño feliz de los trigales;
Tan tierna como la armonía de la aurora,
Y el canto de las aves en el minuto del amor.

Todo el destino estaba allí,
En ese espejismo del alba
Que lo envolvía en cendales impalpables,
Y le daba la vida que le mato el horror.

Una cadena de alegría rodeaba la emoción del hombre,
Y en sus manos una sucesión de pájaros
Saltaban y cantaban para alagar la ausencia de todas las palabras.

Claridades de perfumes indecisos
Se alargaban en escalas de páginas sonoras,
Y vibraban como una isla
Donde se uniesen los conciertos de insomnes oleajes.

La materia se hizo irreal,
Y atrás, cuando los ojos del hombre
Desafiaron la selva y el abismo,
Una playa sin caminos
Mostró al sol el rostro de las piedras,
Que aplaudieron jubilosas como un coro de campanas.

BERTHY RIOS. Nació en San Rafael de El Moján, Estado Zulia, en 1924, y murió en Maracaibo 1979. Licenciado en periodismo en LUZ, y escritor (poeta, narrador, ensayista y crítico), miembro fundador del grupo Cauce. Desempeñó diversos cargos en los diarios Panorama y Occidente, miembro fundador del Círculo Zuliano de Escritores, individuo de número del Centro Histórico del Zulia, donde ocupó el sillón Número 12.

domingo, 14 de junio de 2009

JUAN PINTO

TENTATIVA DE SUICIDIO

Casi un momento
La presencia de un
ser

Nos turba y nos hace
Brotar, surgir
Como reluciente luciérnagas
Desafiantes
Y eternas.
Y quedamos –hoy-
Amaneciendo trágicamente
Frente al lago,
Hundido quedamente
Los pies
Y nuestra piel
Alisada
Seca y violenta;
Desmesuradamente salobres
Nuestros
Párpados eléctricos
Creyendo
Que es posible – quizá-
La más absurdas de las
Historias

JUAN PINTO. Nació en Maracaibo 1943, Licenciado en Letras en LUZ y profesor de castellano y literatura en varios liceos de esta ciudad; firmó sus trabajos con sus iniciales J.P, perteneció al grupo “Ojo Clínico, Miembro fundador de la Asociación de estudiantes de Letras (AEL), y del grupo literario Cuarenta Grados a la Sombra. Ha publicado sus trabajos en varios periódicos: Panorama, Crítica, así como en el periódico de la Universidad del Zulia y en la revista de poesía Cadáver Dichoso.

JOSÉ PARRA FINOL

DAMA DE PEINADO ALTO

Asido como estoy
A la soledad de las paredes
No es de dudarse que mis manos
Se aleje de los ojos vecindarios
Hasta penetrar en los bolsillos laterales.

Aún así puedo entrar
En mil casas a la vez
Pero tú, Dama de peinado alto,
Lejos como estás de estos días
Que huyen de nosotros como pájaros heridos,
No podrás asir ni ser asida
Ni entrar para salir
Por las puertas de este siglo.

JOSÉ PARRA FINOL. Nació en Maracaibo, en 1935. Realizó estudios teatrales en la Universidad del Zulia; perteneció al grupo Literario Cal y Agua y fue editor de la revista Etral, órgano de la misma agrupación, colaboró con Vertical 9, y otras asociaciones de jóvenes literatos y pintores, entre sus obras podemos mencionar a Una hora después de la arena y sus conocidos cuentos Maritza no nos dijo adiós y El jugador.

NESTOR LEAL

SOBRE LA CASA

La casa hipa como un antepasado ilustre
Más íntimo que la costumbre de silbar durante la tarde
Los niños han derretido la fiebre de las trinitarias
Ansiosos de retornar al sitio donde brillaban las promesas.
Lo que saben de memoria las trenzas y los patios
No justifica la pureza de las pieles de limón
Sino el terror de héroe cuyos gritos
No son las alas de grandes pájaros chinos.
La madre nunca termina de borrar su tristeza.
Aire que mueve la fragancia de los antiguos festivales.
Derrama todavía los ojos de familiares desaparecidos.
Ceremonias. Los muertos descomponen el alma.
Todos los resplandores de la casa pertenecen
Al mismo espejo de bolsillo que convocaron unos tambores tristes.
Pertenecen a la misma tela celeste de las hermanas
Cuando una oruga de fuego determina la suerte de las burbujas.
La casa es como grabado levemente nuboso.
Nosotros descubrimos las arboledas y damos paso a los himnos
Frente a un torso cualquiera que nos rescata de la penumbra.
Hemos envuelto en bulla la mansedumbre de un arco iris
Que conducía nuestros presagios hacia los embrujados aposentos
Donde hay tapices que tienen las últimas formas del espanto.
He aquí que giramos alrededor de un vaso de plata
Y aprendemos a orientarnos lentamente como las imágenes
Que abandonaban el oratorio después de recitar algunas desgracias.
No sabemos hablar de los eclipses como aquellos primeros amantes
Que levantaban la tapa de un cofre cubierto por la fábula
Para sacar en vano la palabra de un Dios.
No estamos bajo el tejado para esquivar crepúsculos
En nombre de los grillos que desafían porvenir.
Como un cirio que flota en la lejanía
La casa nos aproxima a la ternura del mundo.

NESTOR LEAL. Nacióen Maracaibo en 1936. Escritor (poeta, ensayista, crítico, antologista y traductor), periodista, editor y gerente cultural. Fue miembro fundador del grupo Apocalipsis (1955). Obtuvo mención del concurso de poesía estadal en 1956 con De la Lluvia, primer premio en el mismo concurso 1957con De la muchacha y el amor y premio nacional de poesía universitaria 1957. Traductor al español de obras literarias francesas, inglesas e italianas. Fue Director de la Casa de la Cultura y del Instituto Zuliano de la Cultura Andrés Eloy Blanco. De Artes y Letras del diario Panorama y redactor de la columna los Libros que Ud. Va a leer, de la revista dominical Septimo día del Naciona, como ejemplos de los diferentes cargos ejercidos.

viernes, 5 de junio de 2009

VICTOR FUENMAYOR RUIZ

LOS CUARTOS SON BLANCOS ALUMBRADOS

Los cuartos son blancos alumbrados con tu imagen
Sin nada que mirar salvo a sí mismo.
Esperas conociendo de antemano que nadie tocará
Esa puerta sin pasadores por donde no sales
Ni entras,
Pues esperas.
No esperas. Tienes miedo y el miedo es diferente
Del hombre que eres y algunas cosas que no ves
.

OASIS ES EL TIEMPO Y EL LUGAR

Oasis es el tiempo y el lugar de los otros,
Tiempo de buscar una sombra y cobijarse,
De buscar unos ojos de ocasión
En el fondo de la inquietud.
Tiempo de quemar las velas.

Los hombres desconocen el nombre de esta tierra
Y de las ciudades en que pasan su vida.

El amor nació de un afán de conocer,
De dar un nombre a un desconocido que pasa
Bautizando la incertidumbre.

Después, los amantes llevan la cara del recuerdo.

VICTOR FUENMAYOR RUIZ. Nació en Maracaibo 1940. Es abogado y licenciado en letras (LUZ), doctor en letras (La Soborna, París), doctor en semiología, profesor universitario, bailarín y escritor
(Poeta, dramaturgo), fundador del grupo teatral y danza Taller de Expresión Primitiva, perteneció al grupo literario Cuarenta Grados a la Sombra. Ha obtenido varios premios. Artista múltiple y para quien la danza es la más auténtica de las artes integrales.

GUILLERMO FERRER

S I N C E R I D A D

Me basto yo con mi latir profundo,
Me basto yo con mi latir sincero,
Comparto por igual lo que más quiero,
Y le doy de beber mi vino al mundo.

Con mis dolidos pies de vagabundo
Voy por igual en coches o en velero
Hasta el lugar donde espera el madero
A mi crucifixión de trotamundo.

Y si un puerto me aleja o me recibe
La sangre y el dolor del que esto escribe
Son parte de la cruz que dejé en ella.

Por eso no me arredra lo vivido,
Porque para morir en lo perdido
Lo mismo da la fosa que la estrella

C I C L O

De tanto repetir lo repetido,
De tanto manosear lo manoseado,
Encuentro sin arpegio lo deseado,
Y sin aire la fuerza del latido.

Hoy busco con empeño lo sentido,
Y me aferro al timón de lo soñado,
Pero el barco de luz de lo esperado,
Se convierte en clamor de lo manido

Y es que la vida pasa así, latente,
Sobre el pulso infinito de la gente,
Nutriéndose de antiguas ilusiones.

Y hoy que espero escribir nuevas memorias,
Sólo encuentro mortajas de otras glorias
Que empañan mi papel con sus canciones.


TE ESCRIBO

Te escribo, lo demás es lo de menos,
Lo demás es vivir sin tus ojeras,
Sin tus manos: la flor, sin luz: el agua,
Lo de menos: el rancho con goteras,
La mesa sin el pan, el mar sin ríos,
Y este hondo cabalgar de escalofríos
Del pobre corazón por tus cadenas.

Te escribo a cada instante y es lo mismo
Morirse por tu amor que por tu pena,
Esta breve ilusión me abrasa tanto,
Esta llama interior vive en mi verso,
Que en la cruz de amor nacen los rayos
Con que se alumbra todo el universo.

Y por si fuera poco busco en vano
Saciar la sed con el divino vaso
Donde escancias la miel de tus quimeras,
No es lo mismo la lucha que el fracaso,
Ni es lo mismo sufrir con el ocaso
Cuando muere una flor en primavera.

MI CIUDAD

Yo nací en la ciudad de mis amores,
de mis congojas y mi poesía,
la ciudad del petróleo y la gaviota,
la ciudad que al cerrarse por las noches
deja una aroma de melancolía.

Esta ciudad que sangra día a día
por el costado de la herida vieja,
que me duele por dulce y por querida
de añejos marineros que hoy la añoran,
la ciudad que en sus arcas atesora
todo un caudal de luz que está dormida,
la ciudad tropical de mis abuelos,
la que cantara Yepes con su lira.

GUILLERMO FERRER. Nació en Maracaibo en 1929. Es médico cardiólogo, profesor universitario, doctor en Ciencias Médicas, poeta, humanista, ha publicado varios títulos de literatura e historia, ha sido presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela, seccional Zulia, miembro de número y presidente de la Academia de Historia del Zulia, cronista de la ciudad de Maracaibo. Ha recibido varios premios y menciones honoríficas,

miércoles, 3 de junio de 2009

JULIO CESAR BORGES

EN LAS ALTAS COLINAS

Cuando el arroz se termina en la China,
Tú tendrás trigo en las altas colinas.

Cuando las balas silban su canción de muerte en Vietnam,
Tú tendrás Paz en las altas colinas.

Cuando la bolsa sube y baje en Nueva York,
Tú tendrás miseria en las altas colinas.

Cuando la “llamas” se nieguen a subir el altiplano,
Tú subirás a las altas colinas.

Cuando en las pampas no brame el toro,
Tú tendrás bueyes mansos en las altas colinas.

Cuando las aguas sean divididas,
Tú tendrás manantiales propios en las altas colinas.

Cuando el sol no alumbre en las selvas,
Tú tendrás luz en las altas colinas.

Cuando la muerte aceche en todos los rincones,
Tú tendrás vida en las altas colinas

Porque en las altas colinas
Tú estás lejos del mundo, cerca de Dios.

JULIO CESAR BORGES. Nació en Maracaibo en 1938, Artista visual
(Escultor, pintor, ceramista), escritor (poeta, narrador, articulista). Periodista de opinión de larga trayectoria. Realizó estudios de artes plásticas en Maturín, Caracas, Maracaibo. Ha sido profesor de la Escuela de Artes Plásticas Neptalí Rincón (Maracaibo), director de la Escuela de Artes plásticas Monseñor Contreras (Valera). Ha realizado exposiciones dentro y fuera del país, director del Museo Histórico Rafael Urdaneta, cronista del distrito Maracaibo y director de la Biblioteca Municipal Dr. Omar Baralt Méndez, así como presidente de la Asociación de Escritores de Venezuela, seccional Zulia, Capitán del Cuerpo de Bomberos de Maracaibo. Perteneció a numerosas instituciones gremiales y recibió reconocimientos y condecoraciones, entre ellas ser Hijo Ilustre de la Ciudad de Maracaibo.

ALFREDO AÑEZ

EL GRITO HACIA LA AURORA

Oh, amigos deslumbrantes en esta hora afligida
En un reloj
De muertes desprevenidas…
Aquí estamos…
Aquí estamos, habitantes en acecho en la ciudad
De la niebla,
Flotando como un floresta resplandeciente,
En el arpa innominada de la lluvia
Que cae sobre nuestras manos.
Aquí estamos…

Aquí estamos junto al fuego crepuscular de los
Astros,
Junto al hombre que lame un pedazo de pan
Triste
Como un dios apagado…

Aquí estamos junto a los anticuarios.
A los desterrados iniciales de las constelaciones,
A los profanadores de los ritos ancestrales de
Asombro,

A los mercaderes,
A los borrachos que escancian la noche,
A la hora más terrible de las madrugadas,
Aquí estamos…

Junto a la prostitutas que nos llaman en las
Calles
Asediadas de una ternura
Hasta entonces desconocida.
Oh, amigos míos deslumbrantes como un gato
De feria

Henos aquí en la hora de los cataclismos y las
Devastaciones.
Aquí estamos…

Tú, Ricardo, tú, José y tú Pablo,
Con tu antigua tristeza convertida en luz,
Y tú Héctor, y yo,
Lamiendo los relámpagos azules de la piedra
En la búsqueda de un Dios desterrado y m…
Pero nosotros lo hemos conocido…
Conocemos los primitivos resplandores de las ciudades

Que convierten a los hombres
En luminosos animales de costumbre,
La ciudadela que se oculta
En la mágica iridiscencia de los árboles.
Por eso, aquí estamos…

Aquí estamos para iluminar la aurora de Evangelios
Nuevos como la palabra de Dios…
Aquí estamos para contar la historia de mujeres
Desterradas,
Que cantan el amor en la trashumante anonimia
De suburbios.
Y nuestro grito irá hasta el fondo sagrado de los
Volcanes
Anunciado un nuevo evangelio.
Por eso,
Aquí estamos…

ALFREDO AÑEZ. Nació en Maracaibo en 1938, y murió en Maracaibo en 1993. Fue: escritor (poeta, ensayista), utilizó los seudónimos de Alhamar y Arturo Knosso. Importante poeta de la vanguardia en el Zulia. Perteneció a los grupos literarios: Apocalipsis, Cuarenta grados a la Sombra, Vertical 9 y miembro fundador del grupo Cal y Agua. Fue Director de la Biblioteca Carlos de Solaeche de la Escuela de Artes Plásticas Neptalí Rincón. Animador de grupo Ventana Sur y coredactor de la Página “Letras” en los diarios La Columna Y Crítica. majeso

miércoles, 27 de mayo de 2009

MANUEL ORÁGEL URDANETA

LA CAMPOS
Heroína zuliana.

Contra Morales - frase de vidente-
Predice conclusión de su jornada;
Y el canario feroz a la acusada
Interroga tenaz, severamente.

Por ser a la amenaza indiferente,
Sobre el asno ridículo, vejada,
Va la Campos, a azotes condenada,
Y enrojecida por el sol candente.

Cuando en la marcha, convicción aborda,
Revela más su voluntad de acero,
Y el grito avanza:” ¡Capitula o monda!”

Y a pesar de la afrenta más impía,
Del azote de Aguirre, el negro fiero,
Ve cumplida su ardiente profecía

MANUEL ORÁGEL URDANETA. Nació en Maracaibo, 1880 y murió en Maracaibo 1959. Fue Periodista, Artista visual (tallista en madera y bronce, pintor y escultor), topógrafo, escritor (poeta y dramaturgo). Con esas cualidades tan maracuchas de saber hacer bien muchas cosas y todo dentro de condición de humildad y sencillez innata, se le llamaba El Buril de Oro. Un tanto bohemio, vivía al día…Son notables sus esculturas. Su obra poética quedo dispersa entre folletos, revistas y periódicos .

RAMÓN VILLASMIL

FUENSANTA

¡Rubia, bonita, atrayente!
¿A quién tu gracia no encanta,
Si eres de gracia una fuente?
Por algo, cristianamente
Llevas por nombre, Fuensanta.

Nunca esa fuente el Destino
Por torpe senda deslice:
Tales son, por tu buen sino,
Los votos de tu padrino
Que te ama y te bendice.

RAMÓN VILLASMIL. Nació en Maracaibo, 1871 y murió en Maracaibo. 1949. Fue director del periódico el fonógrafo. Fundó junto a David Belloso Rossell el Diario Panorama. Disuelta la sociedad mercantil quedó Ramón Villasmil como Director y dueño de la publicación, y que aún perdura con otros propietarios.Su obra literaria es poco conocida, ya que usó seudónimo. Escritor pulcro, editorialista notable y poeta sentimental.

martes, 26 de mayo de 2009

SIMÓN GONZÁLEZ PEÑA

A UNA NIÑA

Niña graciosa, que vas llenando
Tus manecitas de flores mil,
¿Por qué te afanas flores buscando
Si tan graciosa
No hay entre tantas que vas hallando
Flor cual tus labios al sonreír,
Llenos de encantos y gracias mil?

Ni los jazmines de la pradera,
Ni el blanco lirio primaveral,
Son cual tu pura frente hechicera;
Que en los jazmines
Y blanco lirios de primavera,
No brilla el genio como en tu faz,
Bella cual cielo primaveral.

La flor encanto de las Castillas,
De sonrosado, bello color,
No es cual las rosas de tus mejillas;
Que hay más encanto
En esa lumbre con que tú brillas
Y, al par del genio vivo y precoz,
Enciende en ellos rojo color.

No corras, niña, cogiendo flores
Una tras otras, con ese afán,
Que en los pensiles, entre primores,
Se ocultan, niña,
Dardos crueles, y mil dolores
Costarte puede tanto cruzar
Buscando flores con ese afán.

Para que adornes, ¡ay! Placentera,
Esa blanca, púdica sien.
Flores divinas darte quisiera;
Mas no la adornes
Con esas flores de la pradera,

Que sus aromas puedan tal vez
Nublar tu blanca púdica sienes.

No dejes nunca de tu inocencia
Por otras flores la flor gentil;
Que es más preciada su rica esencia,
No olvides nunca:
Pues los aromas que en tu demencia
Corriendo aspiras con frenesí,
Turban el alma, niña gentil.

SIMÓN GONZÁLEZ PEÑA. Nació en Maracaibo 1846 y murió en Maracaibo 1931. Fue: Educador, pintor, escritor (poeta, novelista, dramaturgo, crítico Literario, biógrafo ensayista), marino, político y periodista. Junto al Doctor Manuel Dagnino y Octavio Hernández, forma la trilogía de grandes polifacéticos de cultura zuliana de ayer.
Se destacó como pintor en la decoración del plafón y otros accesorios del primer Teatro Baralt. Redactor y colaborador en la mayoría de los periódicos y revistas de la época. Ocupó varios cargos públicos, Director de varias escuelas municipales y fue Presidente de la junta de Instrucción Primaria del estado
A UNA NIÑA

Niña graciosa, que vas llenando
Tus manecitas de flores mil,
¿Por qué te afanas flores buscando
Si tan graciosa
No hay entre tantas que vas hallando
Flor cual tus labios al sonreír,
Llenos de encantos y gracias mil?

Ni los jazmines de la pradera,
Ni el blanco lirio primaveral,
Son cual tu pura frente hechicera;
Que en los jazmines
Y blanco lirios de primavera,
No brilla el genio como en tu faz,
Bella cual cielo primaveral.

La flor encanto de las Castillas,
De sonrosado, bello color,
No es cual las rosas de tus mejillas;
Que hay más encanto
En esa lumbre con que tú brillas
Y, al par del genio vivo y precoz,
Enciende en ellos rojo color.

No corras, niña, cogiendo flores
Una tras otras, con ese afán,
Que en los pensiles, entre primores,
Se ocultan, niña,
Dardos crueles, y mil dolores
Costarte puede tanto cruzar
Buscando flores con ese afán.

Para que adornes, ¡ay! Placentera,
Esa blanca, púdica sien.
Flores divinas darte quisiera;
Mas no la adornes
Con esas flores de la pradera,

Que sus aromas puedan tal vez
Nublar tu blanca púdica sienes.

No dejes nunca de tu inocencia
Por otras flores la flor gentil;
Que es más preciada su rica esencia,
No olvides nunca:
Pues los aromas que en tu demencia
Corriendo aspiras con frenesí,
Turban el alma, niña gentil.

SIMÓN GONZÁLEZ PEÑA. Nació en Maracaibo 1846 y murió en Maracaibo 1931. Fue: Educador, pintor, escritor (poeta, novelista, dramaturgo, crítico Literario, biógrafo ensayista), marino, político y periodista. Junto al Doctor Manuel Dagnino y Octavio Hernández, forma la trilogía de grandes polifacéticos de cultura zuliana de ayer.
Se destacó como pintor en la decoración del plafón y otros accesorios del primer Teatro Baralt. Redactor y colaborador en la mayoría de los periódicos y revistas de la época. Ocupó varios cargos públicos, Director de varias escuelas municipales y fue Presidente de la junta de Instrucción Primaria del estado

domingo, 19 de abril de 2009

lunes, 13 de abril de 2009

VICTOR RAÚL SANDOVAL


DÉCIMA DEL POEMA “TIERRA MÍA”

Maracaibo gentil, recoge el canto
Que te rinde mi cítara,
Por las bellas mujeres
Que tus galanos predios divinizan
Y son de oro de amor y de virtudes
Que en el hogar rutilan;
Por tus hombres de ciencia, tus poetas,
Tus héroes, tus artistas…
Por cuanto en ti es grande
Y tu nombre aureola, Tierra mía.

VICTOR RAÚL SANDOVAL. Nació en Maracaibo, en 1887 y murió en Maracaibo 1952. Fue: Cronista clásico de Maracaibo, poeta de gran inspiración mística). Fue Director del organo informativi La Tira, y cronista de Ecos del Zulia y el Diario Panorama. Manejó la décima con facilidad y pulcritud. Canto al Lago y sus palmeras con inspirado místico musical.
Dejó publicados dos obras; “Notas del Alma” y “Rimas del Lago”. De este último pertenece esta estrofa

Aquí estoy, a tu orilla blanca y leda
Bríndame ¡oh, Lago! Inspiración bizarra
Para que ahora, como antes pueda
Pulsar con diestra mano tu guitarra.

sábado, 11 de abril de 2009

JESÚS SEMPRUN

¡S U E R T E ¡…

Pernoctaste al amparo de mi tienda
Y bebiste de mi copa, de mi vino;
Y hacia la azul montaña, por la senda
Te acompañe tres noches, peregrino.

Te di las gracias en humilde ofrenda.
Te descifré tu pálido destino;
Y conocí la fúnebre leyenda
Que enlazó tu camino y mi camino.

Hoy en distintas rutas nos hallamos.
Tú triste estás aún, y yo con ramos
De mirto y de Laurel ciño las sienes.

¡Suerte, cuándo será que nos iguales!
Yo trueco sus tristezas y sus males
Por todas las mentiras de mis bienes.

L Á P I D A

Sólo quedaron del idilio muerto
Que inundó mi penumbra de alboradas,
Como un llanto de amor en el desierto
Jardín, las margaritas deshojadas.

Hoy si en tu corazón tocan ha muerto
Y son noches las mismas alboradas,
¿A qué volver a tu jardín desierto
A ver las margaritas deshojadas?

¿Pretendes revivirlas? No, no es cierto
Que puedas revivir dichas pasadas.
No resucitará el idilio muerto.

Como nunca en las tristes alboradas
Florecerán en tu jardín desierto
Las pobres margaritas deshojadas.

J E S Ú S S E M P R U N. Nació en San Carlos (Estado Zulia), en 1882 y murió, en Caracas 1931. Fue; Médico. Periodista, escritor (novelista, cuentista, poetas críticos). Perteneció al grupo Literario ARIEL, usó los seudónimos de: Ariel y Sagitario , de producción fecunda, ha sido considerado como el crítico más importante de Venezuela en la época del Modernismo. Fue redactor y colaborador de diferentes periódicos y revistas: El Constitucional,, Atenea, etc.… escribió para El Cojo Ilustrado, en Caracas y en Alma Latina y Panorama en Maracaibo , Colaboró en varios periódicos de NuevaYork, vivió en los EEUU un período de tiempo. De su libro de Versos, Elegía son los trabajos ya escritos.

MANUEL MARÍA FERNÁNDEZ

U R D A N E T A

Al eco del clarín que llama a guerra
Empuña airado el redentor acero,
De independencia al sacrosanto fuero
Apellidando en la oprimida tierra.

Cruza el llano veloz, trepa a la sierra
En pos del bravo y aguerido Ibero;
Y nuevo Marte, indómito, severo,
Con su pujanza al enemigo aterra.

Vence al contrario en desigual combate,
A su corcel atando la fortuna,
Con la gloria por culto y acicate.

Timbre de Mara, digno de su cuna,
Todo cedio del héroe al rudo embate
Que su espada brilló como ninguna.

MANUEL MARÍA FERNÁNDEZ. Nació en Maracaibo, en 1830, y muriò en Caracas, en 1902. Fue: Marino, periodista y escritor (poeta y dramatugo), utilizó los sudónimos de: Don Simón, y Juan Pascual Artesano´.
Fue el primer escritor de teatro en el Zulia, como comediógrafo, con sus sainetes: Zapatero a tus zapatos, y Sin Vergüenza, Avaro y Flojo. Periodista de una larga trayectoria, dirigió” El Diario de Avisos” en Caracas, y lo convirtió en diario de Prensa Nacional, además fue un poeta epigramático y de gran mordacidad, Colaboró con el periódico El Cojo Ilustrado y fue miembro fundador de La Academia Venezolana de Lengua.

jueves, 9 de abril de 2009

JOSÉ CHIQUINQUIRA RODRIGUEZ

EL REGIONALISTA

No hago el verso tierra adentro,
pues no conozco los llanos,
ni otros estados cercanos,
ni las bellezas del centro;
yo mis versos los concentro
en los lares de occidente,
donde un lago transparente
es un cristal que hoy nos muestra,
una importante silueta
de su majestuoso puente.

Bello será el estero,
linda también la llanura,
pero hay que ver la hermosura
del lago maracaibero.
Hasta el turista extrajero
admirado de él se queda,
el mismo Alonso de Ojeda
al contemplar su belleza,
vio que la naturaleza
nos donó un lago de seda.

A mi me da la impresión
de que nuestro hermoso lago,
tiene influencia de un mago
por que ejerce sugestión.
Don Alonso en su excursión
puso a estos lares la proa
y al ver la isla de Toas,
se extasió el descubridor
¿Quién embrujo al español?
Lago del Coquivacoa.

Hasta el indio motilón
que allá en la sierra ha vivido,
muchas veces ha salido
a recorrer su región,
como un salvaje en acción
se acerca hasta la ribera,
y su mirada altanera,
o su indómita fiereza,
se alelan con la belleza
de poéticas palmeras.

En nuestro lago han bogado
las grandezas de Urdaneta,
del escritor, del poeta,
o del zuliano afamado,
como el temple bién formado
de Mara o Maracaibo.
o el jefe de equis tribu
que ante ninguno cedía,
viendo el lago se sentía
un niño imberbe y pasivo.

Por la barra se han filtrado
muchos cientos de veleros,
trayendo aquí aventureros
buscado siempre el Dorado,
y es que aquí, está guardado
porque lo ha visto hasta el ciegó
que hay tierra para el labriego,
más un lago cristal,
poético manantial
donde fluye el oro negro.

Este rincón de occidente
baluarte de la Nación,
es la más rica región
que hay en todo el continente;
ese lago con su puente,
y su negro mineral,
bien se le puede llamar
la base para el progreso,
porque él da el mayor ingreso
en el fisco Nacional.

Me pueden decir ahorita
que esto mío es un capricho.
ya más de uno me ha dicho
que soy un regionalista,
no importa soy egoísta,
yo al Zulia lo quiero mucho,
cuando de ese lago escucho
el chapoteo del marullo,
se me infla el pecho de orgullo
Al saberme MARACUCHO.

JOSÉ CHIQUINQUIRA RODRIGUEZ ,"CHINCO”. Nació en Bobures (Estado Zulia). En 1915, y murió en Maracaibo en 1975. Fue: Obrero petrolero, escritor (Decimista, compositor), improvisador, músico y deportista. Amante del zulia.
Su poema el Regionalista es un dibujo del estado Zulia; su riqueza petrolera, su lago etc… Fue compositor de gaitas y canciones dedicadas al Zulia, Maracaibo, Cabimas. Pero él se convirtió en la gloria y riqueza del Zulia.”Viva Chinco”; majeso.

EMILIANO HERNÁNDEZ

P I E D A D

Estás siempre tan lejana, tan lejana
Como mi dicha, como mi fortuna…
Tu delgadez nupcial vi una mañana,
Y tu perfil, como bañado en luna,
Me llena aún de devoción cristiana.

Tu sonrisa, tu voz…,aquella mano
Hecha de mil sensualidades finas,
Y de yo no sé qué deleite insano;
Y aquellos ojos; dos rejas divinas
Abiertas a una noche de verano.

Estás lejana siempre, tan lejana
Como mi dicha y como mi fortuna;
Pero en mi ser estás, dulce y arcana,
Con tu perfil, como bañado en luna,
Y con tu boca, como tinta en grana

A C A R A C A S

Alma fugaz de actriz, frágil, fina,
Y panorama de esplendor romano.
Veneno en copa de oro da tu mano
Y clavas, entre rictus, una espina.

Eres entre española y florentina;
Con firmeza de acero toledano
Y sonrisa jovial de bailarina.

Llevas espada y pandereta al cinto;
Hay de araña y de cóndor en tu instinto;
Luces, con gesto igual, vidrio o diamante.

Y en esta dualidad ingrata y grata,
Tienes, como la más coqueta gata,
Uña de fiera y suavidad de guante.

E M I L I A N O H E R N Á N D E Z.
Nació en Maracaibo, en 1882 y murió en Caracas en 1919. Fue periodista y escritor (poeta, novelista, cronista y ensayista). Utilizó el seudónimo de Luís Montenegro; viajero infatigable y de entera vida bohemia en la cual dilapidó su talento. Formó parte del grupo literario Los Mechudos, fue la figura más destacada del grupo ARIEL, dirigió el periódico Ariel.

Si Udón Pérez es la imagen del bohemio triunfante, Emiliano Hernández sería el prototipo de bohemio taciturno, aniquilado, vencido. Poeta de transición entre el romanticismo y el modernismo, ha sido colocado por Mariano Picón Febres entre los grandes de la poesía venezolana de esta tendencia.
Viajó por Las Antillas, México, Cuba y Centro América. En cada uno de esos sitios fue dejando obras dispersas en revistas y diarios: Fígaro de la Habana y El Listín Diario en Santo Domingo. En Caracas en El Cojo Ilustrado publica varios de sus trabajos en prosa. Su obra poética aparecida en La hora literaria en Maracaibo "Musa Gitana", Que fue publicada en 1964. A Emiliano Hernández lo describen Raúl Carrasquel y Valverde como “El artista altísimo de la estrofa y de la prosa, el mágico cultor del ritmo.

miércoles, 8 de abril de 2009

MARCIAL HERNÁNDEZ

LA CAMPOS

“Si no capitula, monda,
Como lo dijo La Campos”

“¡O capitula o monda!”La heroína
Dice a Morales, el cruel hispano.
Y al ver como adivina y el pronto fin de su poder le augura,
Colérico el tirano,
Para llenar al pueblo de pavura,
A la infamante pena
De públicos azotes la condena.

Llevada a lomo de servil jumento,
Por ante el pueblo sometido al yugo,
Cruzó más de una polvorosa vía;
Y al atroz latigazo del verdugo,
La frente irguiendo y encorvando el torso.
“¡O capitula o monda!” repetía…

Fue anuncio realizado en aquel día,
De la zuliana libertad primero.
Que la armígera flota
Del engreído ibero,
Al golpe del cañón con hondo estrago
Cayó al abismo sepulcral del Lago.

Hoy por la historia veo
Al tirano exhibido en la picota.
Él es ahora el reo,
Y la musa del pueblo es quien lo azota;
Mientras La Campos, con la altiva frente
Orlada de laureles, se divisa
Cual noble lar de la maracai gente.

Y es que el ara del valor triunfante.
La hembra se convierte en profetisa,
Si el varón se transforma en hierofante.

Tras el rizo gentil arda una llama
Y late un corazón tras el corpiño.
La doncella o la dama,
Carne de rosa bajo piel de armiño.
Puede ser Juana de Arco, la guerrera
Santificada entre la roja hoguera;
Puede ser Policarpo,
Manando sangre por la abierta herida;
La Cáceres, entera en el tormento,
O La Campos, erguida
Como una pitonisa en el jumento.

MARCIAL HERNÁNDEZ. Nació en Maracaibo 1874, y murió en Maracaibo en 1921. Fue: Doctor en Ciencias Médicas (LUZ 1892), Profesor Universitario, escritor (narrador, poeta), cronista ensayista y orador.

Recién graduado fue nombrado Vicerrector de la Universidad del Zulia, a lado del Doctor Eugenio Bustamante, con quien fundó el periódico La Universidad del Zulia, fue fundador de la cátedra de Antropología e Historia de la Medicina, sin embargo muy poco tiempo ejerció la medicina, y se entrego de lleno a la docencia, al periodismo y a la Literatura. Orador elocuente de gran riqueza verbal y creador, de tal ímpetu social que todavía hoy admiramos, las huellas sonora y luminosa de sus discursos, como aquel que pronunció en la instalación del II Congreso Venezolano de Medicina en Maracaibo en 1917. “Las insignias pueden marchitarse, y las campanas enmudecer, y extinguirse los fuegos del ara, peró ni aún el ímpetus de los huracanes pueden apagar el simbólico faro del Catatumbo. EL ZULIA ENTRE LA NOCHE RELAMPAGUEA”. El Zulia es un pueblo que vive, se rebulle y crece. Si le cierran las aulas, lucubra silenciosamente en los hogares, si le encadenan un brazo, trabaja con el otro,
Si le rompen su lira, sabe arrancar acentos armoniosos a la guitarra y al tiple; si quieren sepultarlo o reducirlo a playa de pescadores, se encarama en el montón de arena, como el rayo de luna que tiene su raíz allá en el fondo inaccesible de los cielos.

PEDRO JOSÉ HERNÁNDEZ

LA VUELTA A LA PATRIA

¡Arriba, marineros¡
Que ya la noche huyó cediendo el día,
Y huyeron los luceros
Que antes del alba había.
Es hora de arribar. ¡Ea¡ ¡Alegría¡…

Mira, mira blanqueando
Las altas torres de mi nativo suelo,
Que ha tiempo, suspirando,
Con pesaroso anhelo,
Volver a ver hemos pedido al Cielo.

Mira surgir, en tanto
Que raudal lleva nuestra proa al viento,
La playa que con llanto
De horrible atroz tormento
Regamos de partir al cruel tormento.

Idos de la memoria,
Tristes recuerdos del pesar sentido,
Y este instante de gloria
No sea interrumpido:
Idos, volad donde el pesar es ido.

Allí está la colina
Adonde otros días demandaba
El aura vespertina,
Mi sien que se abrasaba,
El suave aroma que al cruzar llevaba;

Y adonde enamorado,
La vista en torno al dirigir, sentía,
De gozo enajenado,
Que nada creado había
Tan bello, Dios, como la patria mía:

Imagen de una hermosa
En su lecho de arena reclinada,
De leve y vaporosa
Túnica azul velada
Y al susurro de la onda embelesada…

Los altos masteleros
De cien y cien bajeles que a porfía
Columpiase altaneros,
Al ancla en la bahía,
Ya la luz miro de tan fausto día

Mira : ya de la tierra
Una avecilla allí viene volando…;
Sus lindas alas cierran
Y en la gavia posando,
Mensajera de la paz, llega cantando.

¡Llega, avecilla, y canta¡
¡Salud a ti¡ ¡Salud, dulce viajera!
Tu vista, ave, me encanta,
Porque eres la primera
A festejar la dicha que me espera,

¡Oh! ¡Cómo sopla ahora
Fresca la brisa, en átomos alzados
La ola bullidora
Que salta jugueteando,
Nuestros rostros con ella acariciando!

¡Cuán bella la mañana
Se goza así mirando al sol naciente,
De la ciudad cercana
Aparecer, luciente
De joyas mil la coronada frente!

Ya se escucha el ruidoso.
Infatigable afán en que se agita,
Activo y bullicioso,
En incesante grita,
El pueblo ardiente que ese suelo habita.

Ya la voz del barquero
“¡Listo a soltar el ancla!”ha prevenido
Y cada marinero
A su puesto ha acudido
¡Hurra otra vez! ¡El viaje está rendido!

¡Fondo! por fin ordena
Del piloto la voz: súbito arriada
Con ruido la cadena,
Cae al agua arrojada
El áncora, y la nave están fondeadas…

¿Adónde está, me dices,
Ese que vi con anheloso empeño
De esperanzas felices
Panorama risueño?
¡Ay de mi!...no es verdad sólo fue un sueño

PEDRO JOSÉ HERNÁNDEZ. Nació en Maracaibo 1821, y murió en Cúcuta (Colombia) 1875. Fue: periodista y escritor (poeta, dramaturgo, traductor y orador, político). Hijo de Pedro Hernández, líder político ejecutado por Tomás Morales, en los Puertos (estado Zulia), en 1821
Es reconocido como el padre del periodismo en el Zulia. Creador de la sátira y el sarcasmo como arma política; era enérgico e inflexible, de arraigada convicciones y virtudes pre claras, Político de ideas progresista, poeta romántico, cultivo lo lírico y lo dramático. Murió en el terremoto de Cúcuta, exilado allí por sus ideales democráticos.
Fundo varios periódicos: El Mara, El Mendigo, El Hablador, Entreactos, Vigía de Occidente, El Occidental, y en Cúcuta, La Dulcinea, La Empresa; y El Céfiro. Colaboró: En Ecos de la Juventud, Boletín Eleccionario La Estrella del Sur, Rayo Azul, El Regenerador del Zulia, La Mañana y la Lira de Occidente.




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domingo, 5 de abril de 2009

IDELFONSO VÁZQUEZ

EL RAYO DE LUZ

Rápido mensajero de esos mundos,
Que recaman y pueblan el vacío,
Halla estrechos los ámbitos rotundos
Y cabe en una gota de rocío.

Es en la luna broche de diamante
Por Dio prendido en los nocturnos velos;
En la centella, sierpe rutilante;
Y en el Iris corona de los cielos.

En la estrella polar, fulgor que salva;
Caleidoscopio en el cristal del alba;
Feliz testigo en la nupcial alcoba.

Flecha incendiaria que los nervios crispan
Si se dispara de amorosa tea;
Lampo en el oro; en el acero chispa;
Llama en el sol, y en el cerebro idea.

A LA INMACULADA CONCEPCIÓN

Perlas el mar bajo sus ondas cría;
Flores en el vergel la primavera,
Y en derredor de la brillante esfera
Vívidas galas el naciente día…

Mas ni las perlas de la mar bravía,
Ni la rosa gentil de la pradera,
Ni los celajes de la luz primera
Tan puro nacen cual nació MARÍA.

Fruto de casto amor y estéril seno,
Cuando a la luz nació, su tierno lloro
Quiso el mundo enjugar de encantos lleno.

El mar la coronó con su tesoro,
Con sus guirnaldas el vergel ameno
Y el firmamento con celajes de oro

IDELFONSO VÄZQUEZ. Nació en Maracaibo 1840, y murió en Maracaibo 1920. Sabio médico e ilustre parnasiano, fue poeta, dramaturgo, políglota y se le conoce, como El Príncipe de Soneto. Se le ubica en la generación que emergió del periódico, Ecos de Juventud, del cual su mentor fue el ilustre poeta José Ramón Yepes. Utilizó el seudónimo TURUPEN; fue un poeta de estrofas fecundas y ágil, ensalzó dignamente a la reina de los cielos, en varias advocaciones en finos sonetos, que son joyas de antología

Su labor poética fue muy profusa, cerca de veinte mil sonetos. Abordando temas
variados: patrióticos, satíricos, elegíaco, místicos, descriptivos etc.…etc.
Cien sonetos son dedicados a la madre de Dios. Bastaría para escribirlo con letras de oro en el Parnaso, su soneto EL RAYO DE LUZ, que lleno de claridad los ámbitos de
la poesía Universal, ya que constituye un compendio maravilloso de la luz, y de como se puede cantar la compleja grandiosidad de esta en cuatro cuartetos.

SISOES FINOL

LA CAMPESINA DE TONCHALÁ

Hay en los campos de aquella villa,
Cabe la orilla
De una quebrada,
Una casita blanca y sembrada
De claveline y resedá;
Y todos saben que habita en ella
Carmen, la bella
De airoso talle,
Y a la que nombran por este valle
La Campesina de Tonchalá.

Una mañana de verde Mayo.
Al débil rayo
Del alba inquieta,
Llevando en hombros limpia escopeta
Gallardo mozo cazado va:
Tras él un perro ladrando pisa
Y al dueño avisa
Que, en sus alcores,
Va, sobre el césped, hollando flores
La Campesina de Tonchalá.

Al verla el joven ansioso rueda
Por la vereda
De la campiña
Enamorado de aquella niña
Que solo vive, feliz quizá…
La niña al verlo temblando gira;
Mas él suspira,
La cierra al paso,
Y allí pregunta si es ella acaso
La Campesina de Tonchalá.

En la alba al frente de la doncella
De amor la estrella
Rápida brilla,
Y el terso velo de su mejilla
Teñido en rosa ardiendo está;
Que el ígneo dardo de amor, derecho,
La hirió en el pecho
Que herido esconde,
Y entre suspiro: “yo soy”, responde,
La campesina de Tonchalá

La brisa entonces entre ellos juega,
Las alas pliegan
De boca en boca,
Y el niño ciego los labios choca
De los que juran amarse allá;
Y entrelazados. Al estallido,
Su adiós sentido
Le da el amante,
Y “adiós”, repite triste, anhelante
La Campesina de Tonchalá.

Torna el mancebo por la vereda,
La niña queda
Llorosa y triste,
Y entre el follaje que el árbol viste
Su tierna queja la torcaz da:
Lloró la niña, cual llora el sauce,
Como en su cauce
Limpio arroyuelo,
Pues vio de amores nublar su cielo
La Campesina de Tonchalá.

S I M B O L O

En tu flexible cuello la blancura
Del cisne que en el lago se retrata;
En tus labios el pétalo escarlata
Que guarda el néctar de la rosa pura.

En tus ojos la límpida hermosura
De la luz que en éter se dilata;
Y en tu alba frente ese vellón de plata,
Símbolo de candor y de dulzura.

Hay en tu paz señuelo de paloma,
Y rosicler de recatada poma
Que, medio oculta, de la rama cuelga.

Y en tu cabello, que favonio riza,
Como una randa fúlgida y postiza,
Níveo penacho de canario belga,

SISOES FINOL. Nació, en Maracaibo 1849 y murió en 1932. Fue: Músico, (pianista y compositor), destacado artista de pentagrama, escrito, elocuente orador, y sobre todo, poeta sutil y de gran sensibilidad.










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sábado, 4 de abril de 2009

HÉCTOR NAVA ACEVEDO

U N O

A la Federación Médica Venezolana
En sus Bodas de Plata.

Párate firme, erguida tu cabeza,
Mira sereno, sin lástima ni gozo,
Entiéndele con calma el dolor hecho voz
A ese ser que sufriendo, busca en ti comprensión.

Y si tus lágrimas van orillando tus parpados,
Dáselas de beber a tu pañuelo y esconde tu emoción
Allá dentro en tu alma, en tu corazón;
Y que salga afuera con llanto o carcajadas
Cuando tengas tú sólo que aquietar tus angustias.

Habla bien despacito para darle un consejo al que tiene dolor,
Que retumbe tu voz, que brame como fiera,
Cuando estés reclamando el bálsamo y la venda,
Para curar la llaga del humano que sufre de pena y amargor.

Cuando todo eso puedas con calma y sin disgusto,
Entonces tu podrás decir que ya eres médicos
Y sentirte Doctor.

C I N C O

A una paciente.

Te quiere llevar. Cree que estás sola.
Los huesos de tu mano recubiertos de cera
Caben justo en el hueco tibio que mi mano te ofrece.

Déjala allí metida para tenerla fuerte,
Para impedir que te arrastre impregnando tu cuerpo
La implacable muerte.

Lucharemos de veras……..de eso estoy seguro.
Y si su fuerza vence a la experiencia mía,
Será la despedida no dejar que se enfríe por un tiempo más largo
Tu mano entre la mía

O CH O

Cuando el hombre se aliena y hace crisis,
Dice cosas muy bellas,
Que por bellas son raras,
Que por raras son bellas.
Quiero comerme un plato de lunares de cielo.
Quiero pintar con mentiras el caldo de la vida.

No sé que vale más si el sabor de la lluvia
O el pisar de la hormiga.
Quiero subir al cielo montado en mariposas de agua.
Quiero nunca morir.

N U E V E

A las madres.

Madre que trazas caminos que resultan siempre rumbos
Para los hijos que vienen,
Para los hijos que están,
Para los hijos que han ido a sembrar sus ilusiones
En la tierra de la razón.

Madre que a niños conviertes en humanos arquitecto
Para hacer la evolución.
Madre que siempre vigila.
Madre que te quedas sola arrullando entre tus brazos
Al niño de los recuerdos……..
Y revives la niñez de los hijos que están lejos
O de los que han dormido en la cuna de lo eterno

V E I N T I N U E V E

No sé si te miré o me metí en tu adentro.
No sé si te besé, recordarlo no sé.
Sentí que me miraste, más no sé si lo hiciste.
Sentí tu aliento cerca, tibia brisa en mi cara,
Y unos labios muy suaves, no sé si me besaron.

Yo me sentí feliz, no sé si tú también.
Seremos siempre así?
Te pregunto esperando la respuesta de siempre
No sé……no sé……no sé…….

HÉCTOR NAVA ACEVEDO.Nació, en San Carlos del Zulia, 1928, murió en Caracas 1999. Medico cirujano (LUZ 1953), doctor en Ciencias médicas, profesor universitario y escritor (poeta, narrador y articulista). Usó el seudónimo de Henace. Especialista en cirugía y oncología, ejerció su profesión en el hospital Universitario de Maracaibo, como jefe del servicio de oncología, y en la clínica Falcón. Fue miembro correspondiente de la Academia de Medicina del Zulia, miembro fundador y titular de la Sociedad Venezolana de oncología.
Capitulo Zuliano y docente de la Universidad del Zulia... De su obra HUELLAS DE LA MEDIA VIDA, pertenecen los poemas ya mencionados.

viernes, 3 de abril de 2009

VICTOR BRAVO ARTEAGA

LAGUNILLA DE AGUA

I. Los primeros olores

Los primeros olores
Tenían nombre de leyenda
Con un lago
Pájaros atravesados por el sol
Y un abuelo tejiendo las palabras.

Los primeros olores
Fueron quemados en una noche de lluvia
Por piratas venidos de otras tierras

Ellos trajeron los soles
Las nuevas palabras
Y los incendios del engaño.

II. Lagunillas de agua

Lagunillas de agua
Cómo hicieron esa extraña siembra
Para hacerte creer en la esperanza

Lagunillas de tierra
Cómo poblaron tus antiguad casas de fantasmas
Cómo marcaron tus fronteras de prostíbulos

Lagunillas de petróleo
Cómo tu nombre corre pegado a los dolares
En ciudades
De seguro lejanas y llenas de esplendor.

Lagunillas de incendio
Cómo han hecho de la violación
Una misa negra
Callada por los diarios.

Lagunillas de millones
En Altagracia
En El Menito
En La Zona millones de esperanzas
Cerradas a media noche.

Lagunillas de infierno
Tu muerte está detenida
En el sopor del mediodía
En las casas inundadas de Tasajeras
En las ciento quince mujeres traídas de Colombia
Para el nuevo delicias

En ese barco que silenciado por el muro
Se lleva todos nuestros pájaros.

Lagunillas de agua
Pueblo fantasma
Elevado al cielo
Un día
El incendio va a encerrarse a todas las miradas
Un día
Los prostíbulos
Van a ser borrados por la noche
Y los barcos se irán con su rara siembra
Un día.

III. Lagunillas de agua

Lagunillas de agua
Todos se irán dejando sólo el dolor de sus pisadas
Los cigarrillos a medio consumir
Dejándote sólo
Tus casas viejas del polvo del tiempo
Los fantasmas
Dejándote
Y las nostalgias
Para otras leyendas

VICTOR BRAVO ARTEAGA. Nació en Santa Bárbara del Zulia, en 1949. Licenciado en Letras (LUZ 1976), profesor universitario, escritor (ensayista, crítico, poeta). Posee una maestría en literatura iberoamericana por la Universidad autónoma de México y ha sido profesor titular de la Universidad de Los Andes en el núcleo Rafael Rangel (Trujillo), ha dictado cursos de posgrado en LUZ., UCLA. Y La Simón Bolívar. Obtuvo los premios: Fernando Paz Castillo, 1985, Año Internacional de la Juventud, 1985, El Premio Municipal de la Investigación Literaria. 1987, el premio CONAC de ensayo, 1988. Ha pertenecido a los grupos literarios: Bahareque y Por Asalto.

jueves, 2 de abril de 2009

ELIAS SANCHEZ RUBIO

LA FALENA


De cara a la vida, el ánimo fuerte.
Solemos reirnos del miedo a la muerte
Y de los presagios y supersticiones.

Mas en los momentos de mortal quebranto,
Cuando el cuerpo sufre y esta el alma en llanto,
Son presas propicias nuestros corazones
Para las heladas garras del Espanto.

Todo se conjura: La noche…la estancia
Penumbrosa…El lecho, que revuelve mi ansia
¡el ansia del aire que falta en mi pecho!

Un jadeo sordo. Voces presurosas
Y apagadas…
Súbito, dos alas monstruosas,
Dos alas absurdas, Que el recinto estrecho
Pueblan de presagios e invisibles cosas.

Son dos alas lúgubres, alas del delirio,
Que apagan de un golpe la llama del cirio,
¡mi frente rozan en girar veloz…

-¡Una Tara Bruja!-… con las manos juntas
Y los ojos pávidos llenos de preguntas,
Gimen en ditorno, con quebrada voz.

-¡Una Tara Bruja!-…y en el aposento
Flota un vaho frío de presentimiento
Que pone en los ánimos un terror glacial.
Algunos murmuran con medroso acento
Un conjuro oscuro, de intención virtual

¡Contagioso pánico! En mudez las bocas,
La vida en los ojos, con miradas locas
Siguen todo, trémulos, el vuelo augural.

Baja…Sube…Roza silencioso el lecho…
Hasta que el muro, cerca ya del techo,
Clava en negro signo su interrogación…

Hace ya tres noches que allí posa inerte.
Tres noches de Agustina, que empujó la Muerte
La ruinosa puerta de mi corazón.

¡Tres eternos siglos que el manchón oscuro
Posa sobre mi alma, desde el alto muro,
Con su negra sombra de alucinación!

¿Qué hace allí la inmóvil. Muda Mensajera?
¿Es que está en letargo; o es que está en espera…
En espera de “algo”que ella ve quizá?

Y si está en acecho, si paciente espía,
Cuando tiende el ala membranosa y fría,
Cuando tienda el ala… ¿qué se llevará?

C A N C I Ó N D E O T O Ñ O

¡Presentida ilusión, que el postrimero
Día de mi inútil juventud alegras;
Rosa de otoño en mi jardín señero;
Astro tardío de mis noches negras;
Canto hienal en mi ruinoso alero!

Hora es de revivir con tu galana
Primavera gentil mi Otoño yermo;
Tarda más en llegar, y ya mañana
Tan sólo encontrarás un cuerpo enfermo,
Un alma muerta, una cabeza cana.

¡Ven, que por la acritud de mi destino
Sufre y flaquea el corazón liviano,
Y mi clamor se pierde en el camino
Como el grito de un pájaro marino
En la desolación del océano!

Larga es la ruta, y la mirada apenas
Presiente los difíciles linderos;
Y, mira ese color de las arenas:
¡Ha marcado mis pasos en los senderos
La más preciosa sangre de mis venas!

Mira mis manos y mis pies: cual flores
De un violento rosal, mis cuatro heridas
Muestran sus crudelísimos colores;
Huellas de hiero son con que la vida
Me levantó en la cruz de los dolores.

Ve la lanzada, que en innoble acecho
El brazo me asestó de lo villanos;
¡Hace ya tanto que me sangra el pecho,
Y aun tardas en venir junto a mi lecho
A restañar mí sangre con tus manos!

Es tiempo; ¡ven! En tu oloroso seno
Reclinaré mi frente atormentada;
Aunque he sufrido tanto, yo soy bueno;
Y aun guardo para ti, la Bien Amada,
Mi corazón, como un jardín ameno.

Ligada a mí con irrompible lazo,
El fin verás de la enemiga senda;
Y, haciéndome guirnalda de tu brazo
Me dormiré, soñando, en tu regazo,
Cuando se oculte el sol, bajo mi tienda.

ELÍAS SÁNCHEZ RUBIO. Nació en Maracaibo 1888 y murió en Maracaibo 1931. Fue: Periodista, escritor (poeta, narrador, dramaturgo, crítico literario, humanista, cineasta, conferencista), desde muy joven viajó a Curazao, Trinidad, Cartagena, Barranquilla y luego a la Goajira, donde vivió sus primeros amores juveniles que plasmaría en su novela Irama. De regreso a Maracaibo Perteneció al grupo literario Ariel, siendo el director y colaborado del periódico Ariel, órgano informativo de dicho grupo – donde publicó sus cuentos y poemas.
Trabajo en varios periódicos: Periodista y editorialista de Los Ecos del Zulia, director del Correo del Zulia, redactor de la revista Alma Latina.

En 1921 el Ejecutivo del Zulia, publicó su novela Irama, en homenaje a la centuria de la adhesión de Maracaibo a la causa independentista. Ese mismo año gano el certamen de obras dramáticas con su obra Doralicia y gano el certamen de poesía épica con El Cóndor Real...
Fue miembro suplente del concejo Municipal de Maracaibo, redactor del Diario Panorama, donde escribió sus crónicas costumbristas (1923), fue director de Unión Paz y Trabajo órgano del Centro 19 de Diciembre, en el cuaderno No 9 de la revista La Hora Latina se publicó su poemario Música del Organillo. Selección en 1925 publicó cuatro cuentos, que lo consagra como cuentista. El grupo Literario Seremos, organizó un homenaje en su honor y el producto de las entradas sirvió para editar su poemario (su obra capital) MI SIETE PECADOS Y MI SIETE VIRTUDES – como edición póstuma.

Elías Sánchez Rubio es por excelencia el poeta realista enmarcado en el círculo de los "poetas malditos". Es un hombre que sufre en carne propia la influencia de la Morfina. Con su perfil aguileño, su corpulencia, melena larga y negra es la estampa de un cacique goajiro. De espíritu triste, de lenguaje vigoroso, realista, mordaz novelista, vernáculo, cuentista de recia narración, costumbrista.
Lástima que sus escritos se hayan dispersado y algunos perdidos, sobre los nombres de la ciudad del Lago-Maracaibo-. Poeta de veras, de su libro “Mis siete Pecado y mi siete virtudes”, escojo algunas estrofas:

ALMA DE AMÉRICA

En mí corre la sangre de tres antiguas razas,
Médula de tres mundo en mi se conglomera,
Dándome los relieves de sus distintas trazas,
Pero mi alma es india, es india toda entera

BAJO LA ARBOLEDA

He plantado el árbol; levanté mi casa;
Y aventé mis carnes hacia el porvenir…
Según el precepto de Alí –Ben- Abasa,
Ya puedo morir.

LA ÚLTIMA PLEGARIA

Qué hay más allá?...No sé…,pero confío
Señor, en tu justicia y tu clemencia.
Viví según tu ley, en mi conciencia,
Y eso te basta, ¿no es verdad, Dios mío?

Más, donde sobresale con su poesía doliente es en el poema” Para Entonces”, donde él –como siempre lo manifestó, ante los amigos- lamentaba hondamente haber traído al mundo a su hija, a su preciada Flor, que era la única causa de preocupación cuando le llegara la hora de su partida definitiva:

PARA ENTONCES

Más a ti, florecita de mi estrecho
Camino, fuente de arenal nacida,
Cómo habré de pagarte el daño hecho
Al arrojarte, en un tablón maltrecho,
Sobre esta mar hirviente de la vida?

lunes, 30 de marzo de 2009

IRASET PAEZ URDANETA

P R E S E N C I A

Esta es palabra de soledad,
Palabra de mi voz habitante de la noche,
El canto del hombre hundido en la tierra,
Sembrado como un árbol
En desiertos parajes.
Este es el soplo que brota de mi pecho triste,
El rumor que crece como una espiga sola
Sobre el campo seco,
El letargo de mis días,
El decreto de las sombras,
El único salmo de cada madrugada
Que tocando el suelo,
El techo,
Las paredes,
Se quiebra.

N I R V A N A N E E D E D

Dije que el silencio habitaría mi memoria,
Pero cada tarde presencio los mismos espectros
Extenuándose entre gritos,
Los mismos gritos extenuándose en espectros.
Y se desvanece el color,
La canción de tu nombre no es canción,
La máquina del tiempo contando cada sol
Y cada rosa
Que florece mi sangre,
El perfume de mi cuerpo en despedida,
Este triste decreto de añoranza
Y envilecimiento.

Ahora veo que hay detrás del rojo opulento del ocaso.
Saturno en una rara imitación de tu fuga.
Y en cada loto que profano,
El misterio de la vida,
El fracaso de la noche,
La luz azul de tu cuerpo,
Mi mentira.

Más simple que la muerte son este paso,
La caída repetida cada día,
La música de las esferas ebrias de novas y cometas
Y más
Y más en esta ida
El vacío perfecto de mi ausencia.

IRASET PAEZ URDANETA. . Nació en Maracaibo en 1952, y murió en Maracaibo 1994. Pedagogo (Instituto pedagógico de Caracas), licenciado en letras (UCV).
Profesor universitario y escritor (narrador, poeta, crítico, ensayista e investigador). Figura de las letras prematuramente desaparecido.
Obtuvo el Master of Arts y phD. En lingüística en la Universidad de Stanford (U.S.A.), fue un destacado investigador en el área de lingüística y la literatura. La U.C.V le otorgó el Premio de la Narrativa Julio Garmendia (1978), perteneció al grupo literario La Mandrágora (en Maracaibo). Fue estudioso del hablar de la region zuliana.

domingo, 29 de marzo de 2009

JOSÉ ANTONIO ALMARZA

SONETO AL LIBERTADOR

Desdeñaste, señor, con heroismo
Una diadema que ofrecer quisieron
Los intrigantes que jamás supieron
Comparar a Bolívar con él mismo.

Y si tanto has odiado al despotismo,
Si tus grandes virtudes te ascendieron
A mandar corazones que ofrecieron
Respetarte, señor, sin servilismo;

¿Será extraño que mires con horror
Las coronas de pérfidos tiranos?
Tu dominio te da más esplendor

Mandando corazones colombianos,
Que es más augusto ser LIBERTADOR
Y más heroico ser republicano.

DÉCIMA

Si el doctor Pedro Recio privó a Sancho
Que comiese de todos los manjares,
Tú también, Porras, tienes en Millares,
Un Pedro Recio que te priva el rancho
A la hora de ésta te ha llenado el pancho
De tantas novedades y primores,
Demandas, cuentos, chismes y horrores,
Que metido entre tanto chapapote,
O serás de Millares el virote
O te harán como a Sancho los honores

JOSÉ ANTONIO ALMARZA
Nació en Maracaibo hacia 1780, y murió en Maracaibo en 1837.
Fue Militar, escritor (Poeta), Químico, periodista y político. Procer de nuestra independencia, quien junto al padre Sanjust ha sido considerado de los primeros poetas del Zulia en el orden cronológico.
Perteneció a una de las familias más distiguidas por sus riquezas y posición social. Fue servidor a la causa independentista del Zulia (perteneció al movimiento revolucionario “La Escuela de Cristo),
Hombre de gran inteligencia y buena instrucción, ciudadano notable por su carácter y el culto que le rindió a las letras; (se conserva muy poco de su producción- un soneto y una décima), El soneto improvisado en el banquete con que la ciudad de Maracaibo obsequió al Libertador en 1826, y se refiere al deseo que existía que el Libertador se coronara como Napoleón (rey), y que el mismo Libertador rechazaba. –Cuéntase que en el banquete habían tomado ya la palabra algunos de los concurrentes, y sabiendo Bolívar que Almarza era feliz improvisando, le envió un vaso de vino exigiéndole que hablara en verso;
Púsose de pie y dirigiéndose al Libertador improvisó el soneto ya descrito; siendo la primera composición poética dedicada a Simón Bilívar. Intervino en varios intentos revolucionarios, por lo cual sufrió prisión en el Castillo de Puerto Cabello donde surge su décima.
Fue ascendido al grado de Capitan por El Libertador en1827, presidente de Consejo Municipal de Maracaiboy redactor del periódico El Patriota del Zulia en 1829.

martes, 17 de marzo de 2009

FERNANDO DE SANJUST Y PEROZO

LA DESPEDIDA DEL PADRE SANJUST

Exhalo el último aliento
De mi vida temporal
Pues la muerte natural
Ya me lleva a otro elemento
Mundo de tu pavimento
Yo me separo y desvío
Más resignado y con brío
De mi alma digo en concordia
Dios mío misericordia
Misericordia Dios mío.

FERNANDO JOSE DE SANJUST Y PEROZO. Nació en Maracaibo en 1748, y murió en Maracaibo alrededor de 1830. Fue sacerdote, patriótico y escritor de versos satíricos.
Estudió tres años de filosofía en el colegio Seminario de los padres franciscano, pasando después a la Universidad de Caracas, donde estudió leyes, cánones y privadamente moral, obteniendo cuatro borlas doctorales. Fue ordenado en 1772 y destinado a la iglesia de Matriz. En 1777 fue nombrado Capellán de la tropa de guarnición de Maracaibo. Al inició del siglo XIX fue nombrado presbítero domiciliario del obispado de Maracaibo, donde será testador de José Domingo Rus en 1811 y párroco de la iglesia de Santa Ana, demostrando su calidad patrióticaal participar en La Escuela de Cristo.

“ La Capilla de Santa Ana donde se ejercía el culto católico y el ejercicio de la piedad cristiana, se convirtió de pronto en el epicentro vivo del único movimiento revolucionario serio, organizado y responsable que se fomenta en la provicia de Maracaibo contra el gobierno colonial de España. Esta conspiración se registra en la historia del Zulia como LA ESCUELA DE CRISTO”.

José Ramón Yepes conservó su única obra poética (al cual pertenece el fragmento ya antes escrito), MEMORIA POSTUMA DE UN ENFERMO A QUIEN EL FACULTATIVO LE HA INTIMADO SE DISPONGA PARA MORIR. o LA DESPEDIDA DEL MUNDO DEL PADRE SANJUST.

Poema sátirico de fondo serio y cristiano, compuesto por 2 sonetos y una décima; y tiene el mérito histórico de ser el primer poema de autor zuliano.