HOMENAJE A LA COLONIA CUBANA
La gualda , roja y secular Bandera
Que al ítalo humilló y humilló a Flandes,
Y al libio infiel y al grande entre los grandes,
El galo altivo, vencedor doquiera;
La que besa el Danubio en su ribera
Cuando dos cetros, Carlos Quinto, blandes,
Sobre las níveas cumbres de los Andes
Por tres centurias orgullosa impera.
Más es la Libertad, y se desata
Con el límpido azul del océano
Del gualda el rojo de la enseña ingrata;
Y otro pendón, con mengua del hispano,
Del Ávila al Pichincha y al Sorata
Cobija hermoso al mundo colombiano.
No ya en oprobio de la hermosa Antilla,
Cuatro siglos sujeta a servidumbre,
Se mire tremolar en alta cumbre
La vieja Enseña roja y amarilla.
Que a libertad o muerte sin mancilla
El franjado Pendón la muchedumbre,
Congrega nueva vez; con nueva lumbre
Su ardiente estrella solitaria brilla
Lumbre inmortal que hasta los muertos baña
Con que mostró doquier la raza ibera
Al mundo de Colón codicia y saña,
Y se alza a mirar con risa fiera
De la diadema colonial de España
Desprenderse la joya postrimera.
OCTAVIO HERNANDEZ . Nació en Maracaibo, en 1856, y murió en Maracaibo en 1925. Fue: Maestro clásico por excelencia, poeta, periodista, sabio políglota, todo en grado sumo, y autodidacta, usó el seudónimo de Mateo Alemán, fue miembro de casi todos los centro sociales del estado Zulia para su época, sus discípulos le llamaban El Bardo Viejo – El Doctor Jesús Enrique Lossada dijo de él “ Humanista como para hombrearse con los más grandes de cualquier país, polígrafo, gramático, filósofo, hablaba en lenguas antiguas y modernas, era él mismo un areópago, toda una academia, por la estupenda multiplicidad y profusión de sus conocimientos
La gualda , roja y secular Bandera
Que al ítalo humilló y humilló a Flandes,
Y al libio infiel y al grande entre los grandes,
El galo altivo, vencedor doquiera;
La que besa el Danubio en su ribera
Cuando dos cetros, Carlos Quinto, blandes,
Sobre las níveas cumbres de los Andes
Por tres centurias orgullosa impera.
Más es la Libertad, y se desata
Con el límpido azul del océano
Del gualda el rojo de la enseña ingrata;
Y otro pendón, con mengua del hispano,
Del Ávila al Pichincha y al Sorata
Cobija hermoso al mundo colombiano.
No ya en oprobio de la hermosa Antilla,
Cuatro siglos sujeta a servidumbre,
Se mire tremolar en alta cumbre
La vieja Enseña roja y amarilla.
Que a libertad o muerte sin mancilla
El franjado Pendón la muchedumbre,
Congrega nueva vez; con nueva lumbre
Su ardiente estrella solitaria brilla
Lumbre inmortal que hasta los muertos baña
Con que mostró doquier la raza ibera
Al mundo de Colón codicia y saña,
Y se alza a mirar con risa fiera
De la diadema colonial de España
Desprenderse la joya postrimera.
OCTAVIO HERNANDEZ . Nació en Maracaibo, en 1856, y murió en Maracaibo en 1925. Fue: Maestro clásico por excelencia, poeta, periodista, sabio políglota, todo en grado sumo, y autodidacta, usó el seudónimo de Mateo Alemán, fue miembro de casi todos los centro sociales del estado Zulia para su época, sus discípulos le llamaban El Bardo Viejo – El Doctor Jesús Enrique Lossada dijo de él “ Humanista como para hombrearse con los más grandes de cualquier país, polígrafo, gramático, filósofo, hablaba en lenguas antiguas y modernas, era él mismo un areópago, toda una academia, por la estupenda multiplicidad y profusión de sus conocimientos
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