sábado, 10 de enero de 2015

NOE MACHADO MATHEUS




               MARAC AYBO 


         Fueron los días
los que hicieron que en tu nombre
         te llamaran vieja
si sobre ti están estos cuatro siglos
               que te miden
desde la primera palabra de tu historia


              Son los mismos siglos
              que vigilan la llama
           del silencio nocturno
        en medio de estos taladros
            que te hacen de hierro,

           Yo empecé a conocerte
               en mi infancia….
           primero fue Colón,
        descubría  una América ignorante,
después, Pacheco, Alfínger  o De Ojeda
              llegaba a tus orillas
    llenas de soledad humedecida;
       después… yo te descubría,
            palabra  por palabra
      en los libros de mi escuela,

   y eres tú la misma Maracaibo
  del indio que rompía las tardes
        para pescar estrellas.

  así eras con  tu nombre viejo
            de lago y palafito
           tu nombre viejo
         con sabor de historia.

  Maracaibo tu nombre nuevo
      arrancado de ti misma
aprendido por el hombre de la calle
           y el niño de la escuela.

       Maracaibo: punto cardinal
       de la brújula extrajera
que te arranca hasta el nombre
                  de tu puerto
               y así ,el trabajo
       la muerte o el destierro
de  tus hombres es lo mismo…
     humedecen sus voces
     con las manos vacías

Lejos estoy y en los taladros viejos.
         He vuelto del Barroso
             Y del Zumaque.
                     Sueño
         los días de tu soledad
              para nombrarte;
          de aquella soledad
       dormida en el silencio
       sin taladro ni llamas.
       con lago y palafitos,
              tus hijos
   más allá de las orillas.

          Yo te recuerdo
     en la voz de la maestra,
               en los libros
de mi primera escuela,
en las tablas mojada de los muelles
          y en el viejo mechurrio
          cuando la mañana apaga
      el último reflejo de tu puerta


PADRE                        A Marcial Machado F

Bajo este mismo azul  donde te escribo,
caminando caminos y  jagüeyes,
aún escucho el silencio de los bueyes
cuando rompen la tierra donde vivo

Era  un campo del verde del olivo
con pájaros y voz de araguaneyes
y maizales de oro de los reyes,
una casa y ventana sin estribo

Eran tardes de vientos sin veleta
con la lluvia enredada en tu sombrero
germinaron mis versos de poeta

y en la ausencia que deja tu velero
yo me escondo otra vez en la carreta
y te digo que vuelvas …que te espero

Noé Enrique Machado Matheus nace en San Carlos del Zulia el 29 de junio de 1945, su infancia transcurrió en las ciudades de Tovar y Mérida donde cursó sus estudios de primaria. En Maracaibo obtuvo su título de bachiller en humanidades y posteriormente egresó de la Universidad del Zulia como Licenciado en comunicación Social, mención impreso para el año 1983.Desde su adolescencia se dedica a escribir versos, alternando esta con su profesión. En 1986 recibió el premio regional de periodismo Don tulio Febres Cordero en Mérida.

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